Daño Hepático Crónico por Alcohol
Dr. Iván Marinovic
El diagnóstico de daño hepático crónico es relativamente
simple en la mayor parte de los enfermos, particularmente si está descompensado.
![]() Cirrosis hepática de etiología probablemente viral. Su aspecto es indistinguible de una cirrosis alcohólica. |
El
diagnóstico etiológico, en cambio, ocasionalmente presenta
algunas dificultades, que dependen de diversos factores: Con frecuencia
el paciente niega el antecedente cuando se trata de alcohol. En otras
oportunidades, no existe el antecedente del eventual agente patógeno,
como ocurre ocasionalmente con los virus o con el uso de medicamentos.
A veces, la naturaleza misma de la enfermedad hace que no existan antecedentes.
Es el caso de enfermedades como la hemocromatosis o enfermedad de Wilson,
en que la primera manifestación de la enfermedad a menudo es la
aparición de una complicación. |
Por último, existen casos en que pese a todo no se logra obtener la etiología. Es lo que se denomina cirrosis criptogénica. Independiente de la causa, el estado macroscópico final de una cirrosis de una etiología es indiferenciable al de otra.
Las
causas de daño hepático crónico más conocidas son:
1. Alcohol
2. Hepatitis crónica
3. Cirrosis Biliar Primaria
4. Hemocromatosis
5. Colangitis esclerosante
6. Déficit de a 1 Antitripsina
7. Drogas hepatotóxicas
8. Cirrosis Biliar Secundaria
9. Enfermedad de Wilson
Alcohol
Relaciones entre alcohol y daño hepático crónico:
Obsérvese el aumento de tamaño de los ventriculos laterales, ocupando una importante área del corte,así como también los surcos anchos y profundos de la corteza. |
Los surcos de la corteza cerebral no alcanzan gran profundidad y los ventrículos laterales ocupan un bajo porcentaje del corte tomográfico. |
a. La administración de alcohol a babuinos, provoca la aparición de daño hepático histológico inflamatorio del tipo hepatitis alcohólica y evidencias de cirrosis. Este se constituyó en el primer modelo experimental en que el alcohol fue reconocido como agente causal de la enfermedad hepática, independiente de la dieta. En roedores, la ingesta de alcohol sólo logra la aparición de hígado graso, pero éstos no logran alcanzar los niveles de consumo de alcohol que logra el ser humano, el cuál puede llegar a consumir el 50% de sus calorías totales como alcohol. En ratas como en otras especies, a la ingesta de alcohol se le debe agregar algun déficit dietético para que aparezca la cirrosis.
b.
Numerosas observaciones epidemiológicas indican que disminuciones
drásticas del consumo de alcohol, coinciden con disminuciones simultáneas
de la mortalidad por cirrosis. Es el caso de la relación entre ambos
factores observada en Francia durante la segunda guerra mundial, en los
Estados Unidos de Norteamérica durante la prohibición y en
casos de caída de las cosechas o alza en los precios de las bebidas
alcohólicas.
![]() Tasas de muerte global (negro) y por cirrosis (rojo) en Francia. Hay una dramática disminución de la mortalidad por cirrosis durante los años de la 2da guerra mundial. En ese período, el consumo de alcohol disminuyó drásticamente. |
Tasas
de mortalidad global y por cirrosis hepática en EEUU. |
Fisiopatología
del daño hepático por Alcohol
Existen hechos experimentales que apuntan a que la fisiopatología del daño por alcohol es multifactorial:
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Célula
de Ito al microscopio electrónico (flecha larga) |
a. la alteración de la inmunidad celular que puede observarse es probablemente secundaria al estado de enfermedad sistémico que representa la cirrosis. Las reacciones inmunológicas que existen son difíciles de interpretar y más bien una consecuencia del daño hepático que una causa de éste.
b. La formación de aductos estables entre proteínas de membrana y acetaldehido, pueden constituir antígenos de membrana que favorezcan la formación de autoanticuerpos.
c. Los cuerpos hialinos de Mallory se han invocado como eventuales neoantígenos. Los resultados iniciales en este sentido, no han sido confirmados.
Histología del daño hepático
por alcohol
1. Higado graso. La grasa se acumula
preferentemente en la zona centrolobulillar (zona 3 del acino), generalmente
es de tipo macrovesicular y en los casos mas graves puede afectar a todo el
parénquima.
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Hígado graso Se observa depósito de grasa neutra intracelular de tipo macrovesicular. Obsérvese el desplazamientos de los núcleos hacia la periferia de los hepatocitos (flechas). |
Esquema del acino hepático. Las venas portales terminales (en negro), entregan sangre más oxigenada a los hepatocitos adyacentes ubicados en la zona 1. Las venas centrales reciben sangre con menos oxígeno desde la zona 3. La zona 2 es una zona intermedia. |
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Microscopía electrónica de barrido de un acino hepático de rata Se han señalado en colores las tres zonas funcionales: en rojo la zona I, en violeta la zona II y en azul la zona III. |
2. Hepatitis alcohólica. Tiene diferentes grados según su gravedad y la expresión morfológica de todos sus elementos simultáneamente es relativamente rara. Es habitual encontrar elementos de hepatitis alcohólica en una cirrosis establecida.
Hepatitis alcoholica. Hepatocitos infiltrados con grasa neutra y abundante material en forma de grumos eosinófilos (Cuerpos de Mallory). En el centro de la preparación, se observa destrucción de hepatocitos e infiltración leucocitaria (H-E). |
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a) El aumento de volumen hepatocitario que contribuye a la hipertensión portal, es común y se debe a un aumento de la síntesis de proteínas. Los nucleos son pequeños e hipercrómicos. Habitualmente existe cierto grado de infiltración grasa.
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A: Hígado normal. Arquitectura trabecular conservada. Nótese la presencia de sinusoides de aspecto normal. B: Hígado en un alcohólico. Obsérvese la desaparición de los sinusoides por aumento de volumen de los hepatocitos, especialmente en ausencia de infiltración grasa alrededor de la vena central. |
b) Los cuerpos hialinos de Mallory son inclusiones citoplasmáticas rojo púrpura en la hematoxilina-eosina. Corresponden la mayor parte a filamentos intermedios adheridos entre ellos y son el paso que precede a la destrucción celular. Es habitual ver que la célula que contiene Mallory esta rodeada por polimorfonucleares.
c) La presencia de megamitocondrias, se aprecia como inclusiones globulares. No son criterio de mal pronóstico.
Megamitocondria. A gran aumento, al centro de la preparación se observa un hepatocito tumefacto en cuyo interior se ve un cuerpo eosinófilo de estructura esferoidal de contornos bien delimitados (H-E). |
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d) Depósito de colágeno. Se ubica en la zona 3 y es un hallazgo habitual. La fibrosis es perisinusoidal y en ocasiones engloba hepatocitos, esto último también se ha relacionado al desarrollo de hipertensión portal y a una mayor tendencia a evolución a la cirrosis. A microscopía electrónica es dable observar la colagenización del espacio de Disse, que reduce el contacto del hepatocito con el plasma y rigidiza el area sinusoidal restringiéndola.
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Daño hepático por alcohol.
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Microscopía de barrido de hígado normal.
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Microfotografía
electrónica En el espacio de Disse, entre las células sinusoidales y los hepatocitos, se observa depósito anormal de fibras colágenas (flechas). |
e) Las lesiones venulares incluyen la esclerosis perivenular central y a veces lesiones oclusivas en venas centrales o mas raramente en venas portales terminales. Hay algunos casos de cirrosis en que ésta se desarrolla a continuación del establecimiento de una fibrosis perivenular central, sin aparente inflamación ni necrosis.
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Vena
central rodeada por fibras colágenas abundantes (en azul). La fibrosis
está mal delimitada y se extiende irregularmente hacia el resto
del lobulillo (Masson). |
3. Cirrosis. Clásicamente se la describe de tipo micronodular.
Sin embargo, cualquier etiología puede llevar a los distintos tipos anatómicos
de cirrosis. Característicamente, la distorsión de la arquitectura
es de gran magnitud y difícilmente se reconocen venas centrales. El hallazgo
habitual es que coexista cierto grado de cirrosis, con mayor o menor fibrosis,
con cierto grado de hepatitis alcohólica, con mayor o menor inflamación
y necrosis. La presencia de grasa en grado variable, es un hecho común.
Cirrosis hepática. Corte macroscópico de un hígado cirrótico. El tinte amarillo parduzco se debe a un acentuado componente de esteatosis. |
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Cirrosis hepática. Corte histológico a bajo aumento. Bandas colágenas (en azul), delimitan nódulos de parénquima hepático de tamaño variable. Las áreas claras corresponden a infiltración grasa intracelular (Masson). |
Confirmación de la etiología alcohólica en el DHC