Infecciones vaginales

Nombres alternativos
Vaginitis; Inflamación vaginal; Inflamación de la vagina

Es un padecimiento que se caracteriza por la inflamación, enrojecimiento e irritación provocada por la presencia de más células inmunológicas, o infección de las zonas de la vulva y de la vagina.

Las infecciones vaginales pueden ser producidas por diferentes microorganismos como la gardnerella vaginalis (bacteria), la trichomona (protozoo) o la cándida albicans (hongo). Otras causas son menos frecuentes como por ejemplo la Neisseria gonorrhoeae (gonorrea), clamidias, micoplasmas, estreptococos, Escherichia coli y estafilococos y el herpes virus.

La vagina normalmente tiene que mantener un estado de acidez, (ph 3.5 a 4.5) que da las condiciones naturales para que los microorganismos que la habitan estén en perfecto balance. Si por algún motivo el ambiente natural de la vagina cambia; el nivel normal de acidez cambia y este balance se pierde. Se producirán entonces las condiciones ideales para el crecimiento rápido y sin control de microorganismos y por ende la infección vaginal.

Este crecimiento anormal de microorganismos, produce desechos metabólicos (flujo vaginal), inflamación e irritación de las paredes de la vagina (vaginitis).

En los años reproductivos aparece una secreción vaginal normal, puede ser blanca, lechosa, acuosa o mucoide que proviene principalmente del cuello del útero (cervix), o de la descamación de las células vaginales. La cantidad y el tipo de secreción varían durante el ciclo menstrual y con la estimulación sexual.

Las causas mas frecuentes de infecciones en la mujer son:

La infección vaginal mas frecuente en la mujer es producida por un hongo llamado cándida albicans, la paciente va a referir secreción vaginal (flujo) de color blanco amarillento y con formación de grumos. Prurito (picazón) de la vulva con ardor y enrojecimiento de la zona. Los síntomas suelen aumentar en la semana pre-menstrual. Se presenta frecuentemente en pacientes diabéticas y en mujeres en tratamiento crónico con tetraciclinas para el acné. También en padecimientos del sistema inmunológico (de defensa del organismo).

La infección por gardnerella (bacteria) tiende a producir una secreción blanca, gris o de color amarillo turbio, con un olor fétido o a "pescado" que aumenta cuando la secreción se vuelve alcalina, como sucede después del coito o de lavarse con jabón. Puede haber prurito o irritación vulvar, pero por lo general no son muy pronunciados.

La infección por trichomonas se caracteriza por una secreción purulenta, acuosa, a veces grisácea y frecuentemente de mal olor, que comienza poco después de la menstruación. Presenta también prurito (picazón) importante.

La vulvovaginitis no específica (es decir, sin organismo causal ni irritante identificado) puede ocurrir en cualquier edad, pero se presenta con más frecuencia en niñas antes de la pubertad. Una vez inicia la pubertad, la vagina se hace más ácida, lo que ayuda a evitar las infecciones.

La vulvovaginits no específica puede presentarse en niñas con una higiene personal deficiente y se caracteriza por una secreción maloliente de color marrón verdoso y por la irritación de la abertura de los labios y la vagina. Esta condición se asocia con frecuencia con la sobrepoblación de un tipo de bacterias que se encuentra típicamente en las heces, las cuales se propagan en ocasiones desde el recto hasta la zona vaginal al limpiarse de atrás hacia adelante después de ir al baño.

Se debe considerar la posibilidad de que haya existido abuso sexual en aquellas niñas que presenten infecciones inusuales o episodios recurrentes e inexplicables de vulvovaginitis. El organismo Neisseria gonorrheae, que causa la gonorrea, produce vulvovaginitis gonocóccica en las niñas jóvenes. Las jóvenes que presenten una vaginitis con cultivo positivo para gonococos, deben ser evaluadas para verificar abuso sexual, ya que la vaginitis gonocócica se considera una enfermedad de transmisión sexual.

Síntomas

El tratamiento médico será diferente de acuerdo al microorganismo que esta causando la infección.

Lo más prudente antes del tratamiento es visitar a su médico para tener un diagnóstico correcto del tipo de microorganismo que esta produciendo la infección. Estudiar la causa de la infección y corregirla, para evitar recurrencia de la enfermedad.

Secreciones Vaginales Normales

¿Sabes cuáles son las secreciones vaginales normales? Las infecciones vaginales afectan a mujeres de todas las edades, tanto a las mujeres que están activas sexualmente como a las que no lo están. La mayoría de las mujeres ha tenido una infección vaginal por lo menos una vez en su vida. Las infecciones vaginales son la razón principal de las visitas de las mujeres adultas al ginecólogo.

Cada tipo de vaginitis es causado por un tipo diferente de germen u organismo y, por consiguiente, debe tratarse de manera diferente.

La mayoría de las adolescentes notan manchas amarillas o blancas en la ropa interior después de entrar en la pubertad. Éste es un líquido normal que ayuda a limpiar y humedecer la vagina. Esto es completamente saludable y normal si la secreción:

Si tus secreciones normales te molestan, puedes usar una toalla sanitaria absorbente en la ropa interior. Para mantener tus secreciones vaginales bajo control, asegúrate de usar ropa interior de algodón (que absorbe la humedad y permite que el aire circule). Dúchate o báñate diariamente y asegúrate de lavarte la parte externa del área vaginal todos los días con un jabón suave, y luego enjuágate y sécate. No uses toallas sanitarias desodorizadas ni desodorantes en aerosol en el área vaginal.

Los cambios en tus secreciones pueden ser una señal de que tienes una infección vaginal y necesitas ver a tu ginecólogo.

Infección Vaginal

Si tienes una infección vaginal, puedes tener cualquier a de las molestias siguientes:

Sin embargo, algunas mujeres pueden no tener síntomas. Algunas mujeres pueden ni siquiera darse cuenta de estos síntomas si no son demasiado severos. El proveedor de cuidados de salud puede notar signos de una infección vaginal, como secreción u olor, durante un examen ginecológico y mandar a hacer análisis del líquido vaginal para ver si hay una infección. Es importante hacerse revisar con regularidad por un médico especialista para que pueda detectar cualquier problema de salud que a ti te pase desapercibido. Y ante todo, cuando se presenten los síntomas y molestias de una infección vaginal.

Aunque creas que sabes qué tipo de infección vaginal tienes, ten en cuenta que es fácil confundir los síntomas, ya que a veces los síntomas externos de las infecciones vaginales (los que tú puedes notar) pueden parecerse. A veces se puede tener más de un tipo de infección vaginal al mismo tiempo. Otra razón por la cual es una buena idea ver a tu médico si notas síntomas de una infección vaginal es que es posible que tengas algo más serio, como una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Es posible confundir las infecciones vaginales con una ETS como la gonorrea o el herpes, ya que éstas pueden tener síntomas similares a los de una infección vaginal. Tu proveedor de cuidados de salud es el único que puede determinar con certeza si tienes una infección vaginal, y si éste fuera el caso, el tipo exacto de infección que tienes. Debes ser completamente franca con él en cuanto a los síntomas que tienes, como olor, ardor o secreciones vaginales anormales, aun cuando te dé pudor hablar de esto. De esta manera, podrá diagnosticar correctamente el tipo de infección vaginal que tienes. Esto es muy importante, porque el tipo de tratamiento depende del tipo de infección vaginal.

Por ejemplo, los medicamentos contra los hongos sólo ayudan a curar las infecciones por hongos. No sirven para otros tipos de infecciones vaginales como la vaginosis bacteriana, que requieren medicamentos que se venden bajo receta. Además, si usas medicamentos contra los hongos cuando en realidad lo que tienes es una vaginosis bacteriana, a tu médico le puede resultar más difícil hacer el diagnóstico correcto.


Signos y exámenes

Un examen pélvico puede mostrar piel vaginal o vulvar roja y sensible. Se debe inspeccionar cualquier lesión o ulceración. Por lo general, se efectúa una preparación en fresco (evaluación microscópica del flujo vaginal) para identificar una infección vaginal o sobrepoblación de levadura o bacterias. En algunos casos, un cultivo de la secreción vaginal puede identificar el organismo causante de la infección.

Tratar de diagnosticar la condición únicamente por los síntomas es muy impreciso para determinar la causa de la vulvovaginitis. Más aún, el autodiagnóstico y el tratamiento con medicamentos de venta libre (tales como cremas para infección por levaduras) no es aconsejable y puede llevar al uso incorrecto e inútil de estos productos. Por esta razón, la vulvovaginitis debe ser diagnosticada por un médico.

Tratamiento

La causa de la infección determina el tratamiento apropiado que puede incluir antibióticos orales o tópicos y/o cremas antimicóticas, cremas antibacteriales o medicamentos similares. También es posible emplear una crema que contenga cortisona para aliviar en parte la irritación. Si ocurre una reacción alérgica, puede prescribirse también un antihistamínico. Para aquellas mujeres que presentan una irritación o inflamación causada por niveles bajos de estrógeno (posmenopausia), puede prescribirse una crema tópica de estrógeno.

Para contribuir con el proceso de curación y prevenir futuras infecciones, se hace necesario mejorar la higiene perineal para aquellas cuyas infecciones son producto de bacterias que normalmente se encuentran en las heces. Con frecuencia es de ayuda permitir que la zona genital esté más aireada, el uso de ropa interior de algodón (en lugar de nylon) o de ropa interior con forro de algodón en la entrepierna, permite un mayor flujo de aire y disminuye la cantidad de humedad en el área. También puede ser de ayuda dormir sin ropa interior.


Duchas vaginales.

¡Nunca te apliques una ducha vaginal! Las duchas vaginales pueden causar infecciones al alterar el equilibro normal de organismos en la vagina. Si ya tienes una infección, las duchas vaginales también pueden hacer que la infección empeore o se extienda hacia arriba al área reproductora, u ocultar los síntomas de una infección vaginal haciendo que sea más difícil de diagnosticar y tratar. Otras cosas que pueden causar una infección vaginal son los tampones aromatizados, los desodorantes en aerosol y los jabones fuertes. Ninguna de estas cosas es necesaria para limpiarse la vagina. Tu vagina se limpia mejor a si misma cuando no usas ninguna de estas cosas.

Para determinar si padeces una infección vaginal tu médico usará un palillo algodonado para tomar una muestra de tus secreciones vaginales para examinarla bajo un microscopio y hacer pruebas con una papel de pH. Esto puede requerir sólo un examen externo, o un examen vaginal con un espéculo (un instrumento metálico o plástico que se inserta en la vagina y luego se abre para poder ver mejor la vagina y el cuello del útero). Las pruebas son muy simples y rápidas.

Una prueba anual de Papanicolaou es muy importante para detectar cambios en las células de tu cuello uterino que pueden causar cáncer del cuello uterino. Si los síntomas externos, como las secreciones o el olor, son lo suficientemente obvios, entonces se realizarán algunas pruebas para ver si tienes una infección vaginal.


Algunas recomendaciones de higiene

La mejor manera de prevenir una infección vaginal es seguir prácticas de buena higiene femenina. Las infecciones vaginales pueden ocurrir más de una vez. Siempre debes seguir las recomendaciones siguientes:

  • Mantén tu área vaginal limpia y seca. Debes lavarte la parte externa de la vagina todos los días con un jabón suave, y luego enjuagarla y secarte bien.
  • No te apliques duchas vaginales. Las duchas vaginales pueden alterar el equilibrio normal de organismos de la vagina, lo cual puede causar una infección vaginal, empeorar una infección o extender la infección hacia arriba, al área reproductora (el útero o las trompas de Falopio).

  • No uses jabones perfumados, baños de burbujas o espumosos perfumados, tampones aromatizados, talcos vaginales o desodorantes vaginales en aerosol. Éstos pueden irritarte la vagina y causar una infección vaginal. Si tu área vaginal ya está irritada, no debes usar papel higiénico aromatizado, espermicidas o jabones fuertes.
  • Después de ir al baño, asegúrate de limpiarte bien, de adelante hacia atrás, para que la bacteria que normalmente está presente en tu recto no pase al área vaginal.
  • No uses ropa ajustada o húmeda, ya que puede atrapar la humedad e irritarte la vagina. Esto puede hacer que crezca bacteria dañina. Si tienes que usar ropa ajustada, no la uses por períodos prolongados.
  • Usa ropa interior de algodón blanco. Evita el nylon y la lycra. El algodón ayuda a absorber la humedad y permite que el aire circule. Nunca uses pantimedias de nylon sin usar ropa interior de algodón por debajo.


Otras causas de infecciones vaginales

Hay otras causas de infecciones vaginales además de las 3 causas más comunes: infección por hongos, vaginosis bacteriana y tricomoniasis. Estas causas pueden incluir las enfermedades de transmisión sexual (ETS), un tampón que se ha dejado puesto accidentalmente, un problema congénito (algo que se tiene de nacimiento) de la vagina o el útero (esto es muy raro), o una alergia a o irritación por:

Estos productos pueden causar irritación a la vagina. Pero cuando tu proveedor de cuidados de salud hace pruebas de tus secreciones vaginales, puede determinar si tu infección se debe a una de las 3 causas más comunes o se trata de algo diferente. Si se trata de algo diferente, tu proveedor de cuidados de salud deberá decidir el tratamiento en base a la causa. Por lo tanto, si notas síntomas de una infección vaginal, debes ver siempre a tu proveedor de cuidados de salud para asegurarte de que se la diagnostique y trate correctamente.

La falta de estrógeno en mujeres posmenopáusicas puede producir resequedad vaginal y adelgazamiento de la piel de la vulva y la vagina lo que puede exacerbar o producir prurito y ardor genital.


Nota: si se diagnostica una enfermedad de transmisión sexual, es muy importante que la pareja también reciba tratamiento, aunque los síntomas no estén presentes. Muchos organismos no producen síntomas notorios. Si la pareja no recibe tratamiento puede producir una reinfección continua la cual puede finalmente (si se descuida) llevar a problemas más extensos, posiblemente limitar la fertilidad y afectar la salud en general.