ÚLCERAS

Lesión en forma de cráter, circunscrita, que afecta la piel o mucosas. Consecutiva a la necrosis que acompaña a ciertos procesos inflamatorios, infecciosos o malignos.


ÚLCERA DE DECÚBITO

Inflamación o llaga en la piel que recubre una prominencia ósea. Se debe a la hipoxia isquémica de los tejidos como consecuencia de la presión prolongada sobre la zona. Afecta sobre todo a pacientes ancianos, debilitados o caquécticos y se divide en varios estadios de gravedad.

Estadio 1: La piel aparece enrojecida; haciendo desaparecer la presión y aplicando un suave masaje, la coloración cutánea no se normaliza.
Estadio 2: Se observan ampollas con desprendimiento de la piel y erosiones, aunque las lesiones son aún superficiales.
Estadio 3: Aparecen roturas cutáneas con pérdida de la piel en todo su grosor; el tejido subcutáneo puede afectarse también y a veces se observa una secreción serosa o sanguinolenta.
Estadio 4: Formación de una úlcera craterinoforme con destrucción de todo el grosor de la piel y los tejidos subcutáneos, quedando expuestas la aponeurosis, el tejido conjuntivo, el hueso o el músculo subyacente.

La prevención de las úlceras de decúbito es un aspecto fundamental de la asistencia de determinados pacientes y hay que planificar el tratamiento teniendo en cuenta la localización y extensión de las lesiones.

Este tipo de úlceras se forman con mayor frecuencia en la piel que recubre los hombros, codos, sacro, caderas, rodillas, tobillos y talones. Tienen tendencia a profundizar, extenderse e infectarse.

Las acciones profilácticas encaminadas a prevenir la aparición de úlceras de decúbito consisten en mantener seca la piel, cambiar de posición al paciente al menos cada dos horas, mantener las sábanas secas y sin arrugas, levantar al paciente sin deslizarlo sobre la cama, aplicar un suave masaje sobre las prominencias óseas con una sustancia lubricante al menos una vez cada 4 horas y utilizar dispositivos especiales, como almohadillas, colchones, aparatos de flotación, etc., para distribuir el peso del paciente en una zona corporal más amplia. También es importante prescribir una dieta rica en proteínas, vitaminas y minerales y mantener una limpieza cuidadosa de la piel. El tratamiento de los estadios 1 y II incluye todas las medidas preventivas más el lavado de las úlceras con agua y jabón, peróxido de hidrógeno o salino normal tres veces al día. La lesión debe secarse por exposición al aire y la luz solar o con una lámpara de calor durante 15 minutos al menos cada 4 horas con una vigilancia estricta para evitar las quemaduras. A veces se administra simultáneamente oxígeno local. El paciente debe colocarse de tal forma que la úlcera no tenga que soportar ninguna presión. Las lesiones se cubren con un apósito estéril al que se añade gel de hidróxido de aluminio y magnesio, polvo de karaya, tintura de benzoína o yodo-povidona. Si el preparado resulta eficaz al cabo de 48 horas, se continúa usando y, si no, se cambia por otro. Las úlceras de las estadios III y IV precisan, además de todos los cuidados descritos, la observación del carácter y cantidad de la secreción y la irrigación con peróxido de hidrógeno yagua al menos una vez cada 8 horas. En algunos casos es imprescindible también su incisión y desbridamiento. Los apósitos deben cambiarse al menos cada 8 horas y a veces resultan útiles las aplicaciones locales de azúcares granulados, enzimas proteolíticas, gel de hidróxido de aluminio y magnesio o yodo-povidona.


ÚLCERA DE ESTASIS

Denominada también úlcera varicosa; es una lesión necrótica crateriforme de la piel de las extremidades inferiores que se produce cuando existe un estado de congestión venosa crónica. La úlcera suele asociarse con dermatitis por estasis y venas varicosas. Su cicatrización es lenta, debiendo evitarse por todos los medios el que se irrite o infecte. No hay que utilizar ningún agente potencialmente sensibilizante; se aconseja reposo en cama, elevación de las extremidades con aplicación de vendajes compresivos, antibióticos, compresas con solución de Burow, pasta de linna y, en caso necesario, injertos cutáneos y cirugía para mejorar el flujo venoso.

ÚLCERA DE ESTRÉS

Úlcera gástrica o duodenal que se desarrolla en un individuo previamente sano sometido a una situación de estrés intenso, como una intervención quirúrgica urgente.

ÚLCERA DEL CANAL

Tipo raro de úlcera péptica que asienta en el canal pilórico entre el estómago y el duodeno.

ÚLCERA DUODENAL

Úlcera del duodeno. El tipo más común es la úlcera péptica.

ÚLCERA GÁSTRICA

Erosión circunscrita de la mucosa gástrica que atraviesa la musculares mucosae, puede penetrar la capa muscular y perforar la pared del estómago. Tiende a recidivar con el estrés y se caracteriza por episodios de dolor urente, flatulencia y náuseas, especialmente cuando el estómago se encuentra vacío o después de ingerir ciertos alimentos, De forma característica, los alcalinos y la leche alivian con rapidez el dolor. El tratamiento incluye medicación para disminuir la acidez y la motilidad del estómago y aliviar el estrés sintomático. En caso de hemorragia o perforación, puede ser necesaria la resección quirúrgica de parte del estómago.

ÚLCERA PÉPTICA

Zona erosionada, claramente circunscrita en la membrana mucosa del estómago o del duodeno o en cualquier otra parte del sistema gastrointestinal, expuesta a la acción de los jugos gástricos ricos en ácido y pepsina.

Las úlceras pépticas pueden ser agudas o crónicas. Las lesiones agudas son casi siempre múltiples y superficiales, pueden ser totalmente asintomáticas y por lo general curan sin dejar cicatrices ni otras secuelas. Las lucras crónicas son auténticas úlceras profundas, aisladas, persistentes y sintomáticas; la pared muscular del órgano no se regenera y se forma una cicatriz que marca la localización de la úlcera, si bien la mucosa puede cicatrizar completamente. Las úlceras pépticas se deben a la acción de diversos factores mal conocidos, tales como una excesiva secreción de ácido gástrico, inadecuada protección de a membrana mucosa, estrés, herencia e ingestión de determinados fármacos como los corticoesteroides y ciertos antihipertensivos y aintiinflamatorios. Típicamente, las úlceras pépticas se caracterizan por un dolor epigástrico que no se irradia a la espalda, no se agrava con los cambios de posición y tiene un ciclo que corresponde al ritmo diurno de la acidez gástrica.

La administración de antiácidos y una dieta blanda, en tomas frecuentes y poco copiosas, producen una mejoría sintomática. Si se conoce la causa subyacente, debe tratarse. La cimetidina es un nuevo fármaco muy eficaz que bloquea la formación de ácido gástrico, pero conlleva efectos secundarios graves. Los medicamentos anticolinérgicos pueden disminuir la motilidad gástrica y aliviar el dolor en algunos pacientes. Cuando se produce hemorragia por perforación del músculo y erosión de los vasos sanguíneos, hay que optar a veces por la resección quirúrgica de la zona lesionada. El diagnóstico y la evaluación de las úlceras pépticas se realizan mediante estudios radiográficos seriados con medio de contraste, endoscopia y análisis del contenido del estómago y el duodeno. Es importante llegar a un diagnóstico definitivo, ya que los signos precoces del cáncer de duodeno y estómago son similares a los de la úlcera péptica.

En tención a los pacientes es importante tranquilizarlos y asegurarles que, en la mayoría de los casos, las úlceras cicatrizan completamente y que el dolor puede controlarse con medidas simples. Es imprescindible explicarles el uso correcto de los antiácidos y demás medicamentos prescritos. Por lo general, se les recomienda que tomen comida con mayor frecuencia, en poca cantidad, a base de alimentos no irritantes. En muchos casos, aunque no siempre, los alimentos grasos, muy especiados, pesados y fibrosos intensifican el dolor. Debe aconsejarse el abandono del alcohol y el tabaco.

ÚLCERA PÉPTICA MARGINAL

Úlcera que se desarrolla en el postoperatorio tras la anastomosis quirúrgica del estómago y el yeyuno.

ÚLCERA RODENTE

Ulceración serpiginosa de desarrollo lento que asienta en un carcinoma de células basales de la piel.

ÚLCERA SERPIGINOSA

Ulceración de la piel que cicatriza en una zona y se extiende por otra.

ÚLCERA TRÓFICA

Úlcera de decúbito producida por lesión en una parte del cuerpo afecta de enfermedad, insuficiencia vascular o pérdida de fibras nerviosas aferentes. Puede se indolora o asociarse a neuralgia intensa.

ÚLCERA VENÉREA

Lesión cutánea de la sífilis primaria que aparece en el punto de infección en forma de pápula y evoluciona hasta constituir una úlcera roja, indolora y no sangrante, de aspecto telescópico. Cura sin tratamiento y no deja cicatriz. Puede desarrollarse la vez dos o más chancros, generalmente n la zona genital, pero a veces también en manos, cara u otras superficies corporales. En el chancro existen abundantes espiroquetas de Treponema pallidum por lo cual esta lesión es muy contagiosa.