La Boca
La
sonrisa, formada por la boca ante una orden del cerebro, a menudo es
lo primero que la gente nota cuando nos mira. Es la expresión
facial que más atrae a otros. Con la ayuda de los dientes, que
brindan el sostén estructural para los músculos faciales,
la boca también participa cuando fruncimos el ceño y al
manifestar muchas otras expresiones faciales. |
La boca también
cumple una función clave en el aparato digestivo, y hace mucho más
que iniciar la digestión. La boca, especialmente los dientes, los labios
y la lengua, es esencial para el habla. La lengua, que nos permite saborear,
también nos permite formar las palabras cuando hablamos. Los labios
que delinean la parte exterior de la boca nos ayudan a sostener los alimentos
cuando masticamos y a pronunciar las palabras cuando hablamos.
En cuanto a los dientes y la lengua, los dientes ayudan a formar las palabras
controlando el flujo de aire que sale de la boca. La lengua golpea los dientes
cuando se producen ciertos sonidos. El sonido z, por ejemplo, se produce colocando
la lengua contra la hilera superior de dientes. Si la lengua toca los dientes
al pronunciar palabras con el sonido s, es posible que usted sesee.
Las
sustancias más duras del cuerpo, los dientes, también
son necesarios para la masticación, el proceso por el cual desgarramos,
cortamos y molemos los alimentos en preparación para la deglución.
La masticación permite la liberación de enzimas y lubricantes
en la boca que promueven la digestión, o descomposición,
de los alimentos. Sin los dientes, los que se mantienen en excelentes
condiciones incluso después de la muerte, cuando la piel y los
huesos ya han desaparecido, sólo podríamos comer alimentos
blandos y pisados. ¡No podríamos disfrutar tanto de la
comida! |
Anatomía
básica de la boca y los dientes
La boca, la entrada al aparato digestivo, está revestida con membranas
mucosas. La parte superior de la boca, cubierta con una membrana, se llama
paladar. La parte delantera consiste en una porción ósea denominada
paladar duro, con una parte posterior carnosa que se denomina paladar blando.
El paladar duro divide a la boca de los pasajes nasales por encima de ella.
El paladar blando forma una cortina entre la boca y la garganta, o faringe,
en la parte posterior. El paladar blando contiene la úvula, la piel
colgante en la parte posterior de la boca. Las amígdalas están
ubicadas a cada lado de la úvula y parecen pilares gemelos que sostienen
la abertura hacia la faringe.
Un haz de músculos se extiende desde la parte inferior de la boca para
formar la lengua. La superficie superior de la lengua está cubierta
con diminutas protuberancias llamadas papilas. Éstas contienen poros
muy pequeños que son nuestras papilas gustativas. Hay cuatro clases
de papilas gustativas agrupadas en ciertas áreas de la lengua, que
pueden sentir los sabores dulces, salados, agrios y amargos. Tres pares de
glándulas salivales secretan saliva, que contiene una enzima digestiva
denominada amilasa que comienza la descomposición de los carbohidratos
aún antes que los alimentos ingresen en el estómago.
Los labios están recubiertos de piel en la parte exterior y con membranas
mucosas resbaladizas en el interior de la boca. El músculo principal
del labio, denominado orbicular, permite mover los labios. La coloración
rojiza de los labios proviene de los vasos sanguíneos subyacentes.
La porción interna de ambos labios está conectada a las encías.
Existen varios tipos de dientes. Los incisivos son los dientes cuadrados, con borde afilado en la parte delantera de la boca. Hay cuatro en la base y cuatro en la parte superior. A cada lado de los incisivos están los caninos afilados. Los caninos superiores suelen ser llamados colmillos. Por detrás de los caninos se encuentran los premolares o bicúspides. Hay dos grupos, o cuatro premolares, en cada maxilar. Los molares, situados por detrás de los premolares, tienen puntas y estrías. Hay 12 molares, tres juegos en cada maxilar, llamados primer, segundo y tercer molar. Los terceros molares son las "muelas del juicio", que algunos consideran se desarrollaron hace miles de años, cuando la dieta humana consistía, fundamentalmente, de alimentos crudos que requerían más fuerza de masticación. Pero como pueden desplazar a los otros dientes, a veces el dentista debe extraerlas. |
Los dientes
humanos están formados por cuatro tipos distintos de tejido: pulpa,
dentina, esmalte y cemento. La pulpa es la porción más recóndita
del diente y consiste en tejido conectivo, nervios y vasos sanguíneos,
que nutren al diente. La pulpa tiene dos partes: la cámara de la pulpa,
en la corona, y el conducto radicular, que es la raíz del diente. Los
vasos sanguíneos y nervios penetran en la raíz a través
de un pequeño orificio en el extremo y se extienden a través
del conducto a la cámara de la pulpa.
La dentina rodea la pulpa. Una sustancia amarilla dura que consiste, fundamentalmente,
en sales minerales y agua; constituye la mayor parte del diente y es dura
como el hueso. La dentina le da a los dientes su coloración amarillenta.
El esmalte, el tejido más duro del cuerpo, cubre la dentina y forma
la capa externa de la corona. Permite que el diente soporte la presión
de la masticación y lo protege de las bacterias nocivas y los cambios
de temperatura de los alimentos fríos y calientes. Tanto la dentina
como la pulpa se extienden hasta la raíz. Una capa ósea de cemento
cubre el exterior de la raíz, por debajo de la línea de las
encías, y sostiene a los dientes en su lugar dentro del hueso de la
mandíbula. El cemento también es duro como el hueso.
Desarrollo normal de la boca y los dientes
Los humanos
son difiodontes, lo que significa que desarrollan dos juegos de dientes. El
primer juego de 20 dientes temporarios, es conocido también como dientes
deciduos, dientes de leche o dientes primarios. Comienzan a desarrollarse
antes del nacimiento y se caen cuando el niño tiene aproximadamente
6 años de edad. Son reemplazados por un juego de 32 dientes permanentes,
que también se llaman dientes secundarios o del adulto.
Alrededor de la octava semana después de la concepción, en el
feto aparecen brotes de dientes ovalados formados por células. Estos
brotes comienzan a endurecerse alrededor de la decimosexta semana. Aunque
los dientes no son visibles al nacer, tanto los dientes primarios como los
permanentes se están formando por debajo de las encías. La corona,
o la parte cubierta con esmalte duro visible en la boca, se desarrolla primero.
Cuando la corona está totalmente desarrollada, comienza el desarrollo
de la raíz.
Entre los 6 meses y el primer año, los dientes de leche comienzan a
salir de las encías. Este proceso se denomina erupción o dentición.
En este momento, la corona está completa y la raíz está
casi completamente formada. Cuando el niño cumple 3 años, tiene
un juego de 20 dientes de leche, 10 en el maxilar inferior y 10 en el superior.
Cada maxilar tiene cuatro incisivos, dos caninos y cuatro molares. El propósito
de los molares es triturar los alimentos y los dientes incisivos y caninos
se usan para morder y desgarrar los alimentos.
Los dientes primarios ayudan a los permanentes a aparecer en sus posiciones
normales; la mayoría de los dientes permanentes se forman cerca de
las raíces de los dientes de leche. Cuando un diente primario se está
preparando para caer, su raíz comienza a disolverse. Esta raíz
se disolvió por completo cuando el diente permanente por debajo está
listo para brotar.
Los niños comienzan a perder sus dientes primarios, o dientes de leche,
alrededor de los 6 años de edad. Esto inicia una fase de desarrollo
de los dientes permanentes durante los siguientes 15 años, a medida
que la mandíbula va creciendo hasta llegar a su forma adulta. Desde
los 6 a los 9 años, comienzan a aparecer los incisivos y los primeros
molares. Entre los 10 y los 12 años, aparecen los primeros y segundos
premolares y los caninos. Entre los 12 y los 13 años aparecen los segundos
molares. Las muelas del juicio (el tercer molar) aparecen entre los 17 y los
21 años. A veces no hay lugar en la boca de una persona para todos
los dientes permanentes. Si esto ocurre, las muelas del juicio podrían
no aparecer del todo. La superpoblación de dientes es uno de los motivos
por los que los adolescentes usan aparatos de ortodoncia.
¿Cuál es la función de la boca y los dientes?
El primer paso
de la digestión involucra a la boca y los dientes. Los alimentos ingresan
a la boca y de inmediato son descompuestos en trozos más pequeños
por nuestros dientes. Cada tipo de diente cumple una función distinta
en el proceso de masticación. Los incisivos cortan los alimentos cuando
los muerden. Los caninos, más agudos y largos, desgarran los alimentos.
Los premolares, más chatos que los caninos, trituran y muelen los alimentos.
Los molares, con sus puntas y estrías, son responsables de la masticación
más enérgica. Todo esto, mientras la lengua ayuda a empujar
la comida contra los dientes.
A medida que masticamos, las glándulas salivales en las paredes y la
parte inferior de la boca secretan saliva, que humedece los alimentos y ayuda
a descomponerlos aún más. La saliva facilita la masticación
y deglución de los alimentos (en especial los alimentos secos), y contiene
enzimas que ayudan a digerir los carbohidratos.
Una vez que los alimentos fueron convertidos en una masa suave y húmeda,
ésta es empujada a la garganta (o faringe) en la parte posterior de
la boca y deglutida. Cuando tragamos, el paladar blando cierra los pasajes
nasales desde la garganta para impedir que la comida ingrese a la nariz.
Posibles trastornos de la boca y los dientes
La
atención adecuada de los dientes, que incluye una dieta saludable,
la limpieza frecuente de los dientes después de comer y controles
dentales regulares, es esencial para mantener los dientes sanos y evitar
las caries y la enfermedad periodontal. A continuación, se enumeran
enfermedades y afecciones comunes de la boca y los dientes, algunas
de las cuales pueden ser prevenidas. |
Trastornos de la boca:
Actualizado
y revisado por: Wayne Ho, MD
Fecha de revisión: junio de 2003
Revisión original: Garrett B. Lyons, Sr., DDS, y Lisa A. Goss, RDH, BS