Hepatitis B

La Hepatitis B es una enfermedad viral muy común del hígado. El virus de la hepatitis B se transmite mediante la sangre o fluido corporal de la persona infectada a la que no está infectada.

Manera en la que se transmite:

  • Contacto sexual.
  • Compartir agujas y jeringas contaminadas.
  • Instrumentos de tatuaje o para hacer perforaciones (piercing).
  • Durante el nacimiento, de la madre infectada al bebé.

La exposición a la sangre en cualquier situación es un riesgo de transmisión de hepatitis.

Personas en riesgo

Cualquier persona está en riesgo de contraer esta enfermedad, sin embargo, la siguiente lista presenta a aquellas personas y condiciones que elevan el grado o riesgo de infección.

 

Signos y Síntomas

Los síntomas pueden aparecer de 1½ a seis meses después del contagio, pero generalmente en un plazo de tres meses.

El virus puede encontrarse en la sangre y otros fluídos corporales varias semanas antes de que aparezcan los síntomas y persistir generalmente por varios meses despues. Aproximadamente 6 a 10 por ciento de los adultos infectados son portadores del virus a largo plazo; este porcentaje es mucho más alto (70-90%) para los niños infectados a temprana edad.

  • Color amarillo de la piel.
  • Fiebre.
  • Pérdida del apetito.
  • Cansancio excesivo o fatiga.
  • Dolor en todo el cuerpo o en articulaciones.
  • Dolor abdominal.
  • Diarrea.
  • Náusea y vómito.
  • Dolor debajo de las costillas del lado derecho, sobre todo a la presión.
  • Orina obscura.
  • Heces casi blancas o blancas.

Precauciones deben tomar los portadores de la hepatitis B

Los portadores de la hepatitis B deben seguir buenas prácticas higiénicas para asegurarse de no contaminar directamente con su sangre ú otros fluídos corporales a las personas con las que tengan contacto directo. Los portadores no deben compartir maquinas de afeitar, cepillos de dientes ó ningún otro objeto que pueda contaminarse con sangre ú otras secreciones. Además, los miembros de la casa que sean susceptibles, deben ser inmunizados con la vacuna contra la hepatitis B. Es importante que los portadores informen a su dentista y médico sobre su estado de portador de Hepatitis B.

 

Complicaciones y enfermedad crónica

El virus de la hepatitis B (VHB) es muy agresivo. Se considera que alrededor de 30 millones de personas alrededor del mundo están infectadas, y que causa entre uno y dos millones de muertes anualmente, posiblemente más que el SIDA.

Además de la gravedad de la forma aguda de la enfermedad, descrita con los síntomas que aparecen antes y también con el riesgo de falla hepática fulminante, puede evolucionar en la forma crónica. Esto puede conducir a cirrosis y cáncer de hígado que generalmente son mortales.

Si un paciente con hepatitis B contrae la infección con otro virus de hepatitis, el VHD (virus de la hepatitis D), las consecuencias son muy serias. El riesgo de hepatitis fulminante y de cáncer se incrementa de manera importante.

Como la hepatitis B se transmite por la sangre y otros líquidos corporales (como el semen y secreción vaginal que contienen gran cantidad de virus y la saliva que tiene muy pocos virus), el riesgo de contraerla es muy alto.

Por ejemplo, un piquete accidental de aguja o instrumento cortante previamente infectado con sangre de algún portador es grave. Recientemente se ha visto un incremento en el contagio con agujas de tatuaje, de acupuntura, e instrumentos de manicure mal esterilizados, entre otros.

Los niños y adolescentes que tienen una infección crónica por el virus de hepatitis B (VHB) están en alto riesgo de contraer carcinoma hepatocelular posteriormente en la edad adulta.

El riesgo de muerte por cáncer de hígado o cirrosis relacionadas a VHB es aproximadamente de 10-70% para las personas que se infectaron en la infancia.

Es recomendable realizar una evaluación médica cada 6-12 meses. Los trasplantes de hígado suelen ser el último recurso debido a su muy baja disponibilidad.

 

Prevención

No existe tratamiento específico para la Hepatitis B, pero puede prevenirse.

Es necesario tomar medidas de prevención que pueden responder al sentido común, como evitar la promiscuidad sexual. También debemos tomar en consideración que no en todos los lugares reconocen los beneficios de la higiene, por ejemplo en salones de belleza, en donde no siempre esterilizan los instrumentos para hacer el manicure; quienes realizan tatuajes, perforaciones (piercing). Esto quiere decir, que estamos expuestos al contagio en diversos lugares.

Vacuna

Se recomienda la vacunación de rutina a todas las personas menores de 18 años y a todas las personas en riesgo de contraer hepatitis B.

Para máxima protección, se recomienda aplicar la primera dosis a los recién nacidos, antes de salir del hospital. Se requiere una serie de tres inyecciones para alcanzar una protección máxima. Un esquema a los 0, 1 y 2 meses dará una protección más rápida y un mejor apego del paciente. A los 12 meses debe administrarse un refuerzo. Se recomienda también la vacunación de adolescentes y adultos.

Para mayores informes y prevención de manera personal, consulte a su médico de cabecera o solicite una consulta con un médico especialista en Medicina Interna.

American Academy of Pediatrics.