CANCER
¿ Que es el CANCER ? ...
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No todas las células que forman el cuerpo humano son iguales ni tienen las mismas funciones, aunque procedan todas del mismo par de células germinales que se fecundaron para originar un ser vivo. Durante la gestación se produce una multiplicación y una diferenciación de las células que permite al organismo primitivo crecer y organizarse en múltiples estructuras especializadas en una función concreta. |
Así, los órganos del cuerpo humano, o más propiamente, los tejidos que los forman, están compuestos por células con características particulares tanto en su forma como en su función, es decir, adaptadas al papel biológico que tienen que desempeñar. No obstante, todas las células de un mismo organismo poseen en su interior un núcleo que contiene el mismo material genético hereditario, a excepción de aquellas que, por exigencias de su función, han perdido dicho núcleo durante su formación, como, por ejemplo, los hematíes o las neuronas.
Las células tienen su propio periodo vital que incluye su nacimiento, desarrollo, multiplicación y muerte, lo que se traduce en que el cuerpo humano se renueva en forma constante, casi imperceptiblemente, con un orden pautado. La reproducción celular se basa en la capacidad del AND para formar réplicas más o menos exactas de sí mismo; así, cuando llega el momento adecuado, el núcleo celular se fragmenta y origina dos nuevas células idénticas que se incorporan al tejido concreto al que pertenecen tras un periodo de maduración en algunos casos. Las células poseen una especie de reloj biológico interno que señala el momento adecuado para comenzar la reproducción, dependiendo siempre de las necesidades del organismo, como el crecimiento general del individuo, la reparación de lesiones concretas, la lucha contra una infección, etc.
El cáncer es el resultado de un crecimiento desorganizado de las células en un punto concreto del organismo. Las células cancerosas, en vez de mantener el orden establecido y necesario para su reproducción, comienzan a dividirse de forma inapropiada escapándose del control de los mecanismos que regulan esta función. Además, estas células son incapaces de organizarse de una forma congruente en el tejido en el que crecen y tampoco realizan correctamente la función que, por su origen y su localización, deberían desempeñar.
Es difícil imaginarse a alguien que no haya escuchado acerca de esta enfermedad. Muchas personas de una forma u otra han sido afectadas por el cáncer; puede ser que un ser querido, una amistad, o quizá hasta ellos mismos sean sobrevivientes de esta enfermedad.
Por eso, es importante que todas las personas tengan un conocimiento básico sobre el origen, el diagnóstico, las causas, la prevención y el tratamiento del cáncer.
Esta guía le ayudará a encontrar las respuestas a muchas de sus
preguntas sobre el origen, las causas y la prevención del cáncer.
Usted puede utilizar este programa empezando desde el inicio hasta el fin o
puede leer individualmente las secciones de interés particular con las
respuestas a las siguientes preguntas:
… ¿Qué es el cáncer?
… ¿Cómo se detecta y diagnostica el cáncer?
… ¿Cuál es la causa del cáncer?
… ¿Cuál es la relación entre los genes y el cáncer?
… ¿Cómo se previene el cáncer?
Los diferentes tipos de cáncer
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El cáncer puede surgir casi en cualquier parte del cuerpo. El carcinoma, el más común entre los diferentes tipos de cáncer, proviene de las células que cubren las superficies externas e internas del cuerpo. Los cánceres de este tipo que ocurren con más frecuencia en los Estados Unidos son el cáncer de pulmón, de seno y de colon. Los sarcomas son cánceres que surgen de las células que se encuentran en los tejidos que sostienen el cuerpo como el hueso, el cartílago, el tejido conectivo, el músculo y la grasa. |
Los linfomas son cánceres que se originan en los ganglios linfáticos y en los tejidos del sistema inmune del cuerpo.
Las leucemias son cánceres de células inmaduras de la sangre producidas en la médula ósea y que tienden a acumularse en grandes cantidades dentro del torrente sanguíneo.
Nombrando los cánceres
Los científicos utilizan una variedad de nombres técnicos
para distinguir las diferentes clases de carcinomas, sarcomas, linfomas
y leucemias. En general, estos nombres usan diferentes prefijos que representan
el nombre de la célula afectada. Por ejemplo, el prefijo "osteo"
significa hueso, entonces un cáncer que surge del hueso se llama
osteosarcoma. Similarmente, el prefijo "adeno" significa glándula;
así pues, un cáncer que se presenta en las células
de una glándula se llama adenocarcinoma. Un ejemplo sería
el adenocarcinoma de seno. |
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La pérdida de control en el crecimiento normal
El cáncer ocurre por un descontrol en el crecimiento normal de
las células. En los tejidos normales, las tasas relacionadas con
el crecimiento de células nuevas y con la muerte de las células
viejas se mantienen en balance. En el cáncer se altera este balance.
Esta alteración puede ser el resultado del crecimiento descontrolado
de células o la incapacidad de las células a someterse a
la "apoptosis". La apoptosis, o "el suicidio de las células",
es el proceso en el cual las células viejas o dañadas se
autodestruyen normalmente. |
Ejemplo de crecimiento normal
Para ilustrar lo que significa el control del crecimiento normal, considere
la capa exterior de la piel. La delgada capa exterior de la piel normal,
llamada epidermis, tiene un espesor de aproximadamente una docena de células.
Las células ubicadas en la capa inferior de la epidermis, llamada
capa basal, se dividen justo a tiempo para reemplazar a las células
que continuamente se desprenden de la superficie de la piel. Cada vez
que una de estas células basales se divide, se producen dos células.
Una permanece en la capa basal y retiene la capacidad para dividirse y
la otra emigra fuera de la capa basal y pierde la capacidad para dividirse.
Así pues, el número de células con la capacidad para
dividirse en la capa basal se mantiene igual. |
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El inicio del crecimiento de las células del cáncer
El
balance normal entre la división celular y la pérdida de
las células se descontrola durante el desarrollo de cáncer
de la piel. Para reemplazar las células que se desprendieron de
la superficie de la piel, las células basales empiezan a dividirse
más rápido de lo necesario. Cada vez que una de estas células
basales se divide, las dos células nuevas formadas, regularmente
mantienen la capacidad para dividirse, lo que lleva a un aumento total
de las células que se dividen. |
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Los tumores (neoplasma)
Este aumento gradual en el número de células con capacidad
para dividirse crea una masa creciente de tejido que se conoce como "tumor"
o "neoplasma". El tumor crecerá rápidamente de
tamaño si la división de las células es relativamente
rápida y no hay señales "suicidas" que provoquen
la muerte de las células. Si las células se dividen más
lentamente, el crecimiento del tumor será más lento. Sin
importar la rapidez del crecimiento, los tumores crecen en tamaño
porque las nuevas células se producen en cantidades mayores de
lo que es necesario. La formación normal del tejido se alterará
gradualmente, entre más y más se acumulen las células
que se dividen. |
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La invasión y metástasis
Los cánceres son capaces de diseminarse por el cuerpo mediante
dos mecanismos: por invasión y por metástasis. La invasión
se refiere a la migración y a la penetración directas de
las células cancerosas en el tejido vecino. La metástasis
se refiere a la habilidad de las células cancerosas de penetrar
en los vasos sanguíneos y linfáticos, circular por el torrente
sanguíneo y luego invadir el tejido normal en otras partes del
cuerpo. |
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Los tumores malignos y benignos
Los tumores se clasifican en benignos y malignos, lo cual depende de si
se diseminan por invasión o por metástasis. Los tumores
benignos son tumores que no se pueden diseminar por invasión o
por metástasis; por lo tanto, sólo crecen localmente. Los
tumores malignos son tumores que se pueden diseminar por invasión
y por metástasis. Por definición, el término "cáncer"
se aplica sólo a los tumores malignos. |
Por qué el cáncer puede ser peligroso
Un tumor maligno, un "cáncer", es un problema más
serio para la salud que un tumor benigno, porque las células cancerosas
se pueden diseminar a otras partes distantes del cuerpo. Por ejemplo,
un melanoma (un cáncer de células pigmentadas) que se presenta
en la piel puede tener células que entran al torrente sanguíneo
y se diseminan a órganos distantes como el hígado o el cerebro.
Las células cancerosas presentes en el hígado se llaman
melanoma metastásico y no cáncer del hígado. Las
metástasis comparten el nombre del tumor original "primario".
Las células del melanoma que crecen en el cerebro o en el hígado
pueden alterar las funciones de estos órganos vitales y por lo
tanto poner la vida en peligro. |
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La detección y diagnóstico del cáncer
El detectar el cáncer en su etapa temprana puede afectar el resultado de ciertos cánceres. Cuando el cáncer se detecta, el médico determina qué clase es y qué tan rápido es su crecimiento. El médico también determinará si las células cancerosas han invadido los tejidos saludables cercanos o si se han diseminado (metastatizado) a otras partes del cuerpo. En algunos casos, la detección temprana del cáncer puede reducir el riesgo de que la persona muera por causa de esta enfermedad. Por lo tanto, la mayor prioridad de los investigadores de cáncer es mejorar los métodos para la detección temprana.
El cáncer en etapa temprana puede no tener algún síntoma
No espere sentir dolor para hacerse un examen de cáncer, ya que el cáncer
no siempre presenta síntomas. Algunas personas visitan al médico
únicamente cuando notan cambios, como por ejemplo, una masa o nódulo
en el seno o sangrado o descarga fuera de lo común. Sin embargo, el cáncer
temprano puede no tener algún síntoma. Esa es la razón
por la cual los exámenes de detección para algunos cánceres
pueden ayudar, particularmente a medida que se envejece. Los métodos
de detección están diseñados para detectar el cáncer
en las personas sin síntomas.
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La prueba de Papanicolaou La prueba Pap (o de Papanicolaou) es una de las técnicas que ayudan en la detección temprana del cáncer presente en el cuello del útero (matriz). En este procedimiento el médico utiliza un cepillo pequeño o un raspador hecho de madera para remover una muestra de células del cérvix y de la parte superior de la vagina. Después, las células son colocadas en un portaobjetos y enviadas a un laboratorio en donde serán revisadas para detectar anormalidades bajo un microscopio. Desde la década de 1930, la detección temprana por medio del uso de la prueba de Papanicolaou ha ayudado a disminuir los índices de muerte a causa del cáncer del cuello del útero (matriz) en más de un 75%. Las mamografías Algunas veces el cáncer de seno
puede ser detectado en sus primeras etapas por medio de una mamografía,
la cual es una radiografía del seno. La mamografía beneficia
más a las mujeres de edad media y a aquéllas que están
pasando por la menopausia; también es un método que puede
detectar la posible presencia de masas de tejido anormal en el seno. Por
sí sola, la mamografía no es capaz de proveer una evidencia
definitiva de la presencia o ausencia del cáncer de seno. Si una
mamografía indica la presencia de células anormales, se
harán más exámenes para determinar si en realidad
está presente el cáncer de seno. |
Las pruebas sanguíneas
Algunos cánceres aún no se pueden detectar en sus etapas tempranas, por lo tanto, los científicos están trabajando arduamente en busca de nueva información que ayude en la detección temprana del cáncer. Los científicos están intentando desarrollar exámenes de sangre que alerten a las personas acerca de tales cánceres mientras estén en sus etapas tempranas. Por ejemplo, están bajo investigación activa varios exámenes de sangre para diagnosticar el cáncer de ovario y de próstata. Un ejemplo es la sustancia producida por las células de la próstata llamada antígeno prostático específico (PSA por sus siglas en inglés). El PSA circula en la sangre y se puede medir y detectar con una simple prueba de sangre.
La prueba de sangre oculta en heces (FOBT)
El procedimiento conocido como la prueba de sangre oculta en heces (FOBT, por sus siglas en inglés) detecta cantidades invisibles de sangre en las heces, lo cual es una posible señal de diversos trastornos, incluyendo el cáncer de colon. La prueba no es dolorosa y se puede hacer en casa o en un consultorio médico. En el procedimiento, utilizando un aplicador se unta un espécimen de heces en una tarjeta químicamente tratada, la cual será médicamente examinada en un laboratorio en busca de evidencia de sangre. Si se confirma la presencia de sangre en las heces, se pueden llevar a cabo pruebas más sofisticadas para encontrar la fuente del sangrado. La detección temprana utilizando la FOBT puede ayudar a disminuir la mortalidad por cáncer de colon.
La biopsia
Para diagnosticar la presencia de cáncer, el médico tendrá
que ver una muestra del tejido afectado bajo un microscopio. Por lo tanto, cuando
los síntomas preliminares, la prueba de Papanicolaou, la mamografía,
la prueba de PSA o la prueba de sangre oculta en heces indican la posible existencia
de cáncer en sus etapas tempranas, el médico entonces tendrá
que llevar a cabo una biopsia, la cual consiste en la remoción quirúrgica
de una muestra pequeña del tejido para la reexaminación microscópica.
(En el caso de las leucemias, una muestra pequeña de sangre sirve para
el mismo propósito). El examen microscópico le indicará
al médico si existe un tumor, si es maligno (cáncer) o benigno.
Apariencia microscópica de las células cancerosas
Bajo el microscopio el tejido canceroso se caracteriza por su distintiva
apariencia. Entre las características que el médico busca
están: un gran número de células dividiéndose,
la variación en el tamaño y la forma nuclear, la variación
en el tamaño y la forma de la célula, la pérdida
de las características especializadas de la célula, la pérdida
de la organización normal del tejido y un límite externo
mal definido del tumor. |
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La hiperplasia En lugar de detectar un tumor benigno o maligno, el examen microscópico del espécimen de la biopsia a veces detecta una condición conocida como "hiperplasia". La hiperplasia se refiere al aumento de tamaño de un tejido que ocurre por la excesiva tasa de división de células, lo cual conduce a un número de células más grande de lo normal. Sin embargo, la estructura celular y el arreglo ordenado de las células dentro del tejido permanecen normales y el proceso de hiperplasia es potencialmente reversible. La hiperplasia puede ser una reacción normal del tejido hacia un estímulo irritante. Por ejemplo, un callo que se haya formado en su mano cuando, por primera vez, aprendió a usar una raqueta de tenis o un palo de golf, es el resultado de la hiperplasia. La displasia Además de la hiperplasia, el examen microscópico del espécimen de la biopsia puede detectar otro tipo de condición no cancerosa llamada "displasia". La displasia es un tipo anormal de la proliferación excesiva de células, caracterizada por la pérdida en el arreglo del tejido normal y la estructura de la célula. Estas células con frecuencia regresan a su estado normal, pero en ocasiones gradualmente se convierten en malignas. Las áreas con displasia deben ser monitoreadas estrechamente por un especialista debido a su gran capacidad para convertirse en malignas. En algunas ocasiones éstas requieren tratamiento. |
Carcinoma in situ
Los casos más severos de displasia a veces se conocen como "carcinoma in situ". En latín, el término "in situ" significa "en su lugar", así pues, carcinoma in situ se refiere a un crecimiento descontrolado de células que permanece en su sitio original. Sin embargo, el carcinoma in situ puede convertirse en invasivo, maligno metastásico, y por lo tanto, generalmente se remueve quirúrgicamente, si es posible.
La clasificación del tumor
El examen microscópico también provee información
respecto a la conducta probable del tumor y su respuesta al tratamiento.
Los cánceres con células con mayor apariencia anormal y
numerosas células con capacidad para dividirse, procuran crecer
rápidamente, diseminarse a otros órganos más frecuentemente
y ser menos afectados por la terapia a comparación de otros cánceres
cuyas células son de apariencia más normal. Basándose
en las diferencias en apariencia microscópica, los médicos
asignan un "grado" numérico a la mayoría de los
cánceres. En este sistema de clasificación, un bajo grado
(grado I ó II) se refiere a los cánceres con pocas anormalidades
celulares a diferencia de aquéllos con números mayores (grado
III ó IV). |
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Las etapas del tumor
Después de que se diagnostica el cáncer, los médicos
formulan las tres siguientes preguntas para determinar qué tan
avanzada está la enfermedad: |
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¿Qué causa el cáncer?
El cáncer muchas veces se percibe como una enfermedad que ataca
sin razón alguna. Esto es debido a que los científicos aún
no conocen todas las razones, aunque muchas de las causas del cáncer
sí han sido identificadas. Además de la herencia, los estudios
científicos señalan hacia la existencia de tres categorías
principales de factores que contribuyen al desarrollo del cáncer:
las substancias químicas (por ejemplo, el fumar o la dieta), la
radiación y algunos virus o bacterias. |
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Una de las maneras para identificar las diversas causas del cáncer
es por medio de los estudios de poblaciones y comportamientos. Este enfoque
compara los índices de cáncer entre los diversos grupos
de personas que exhiben diferentes comportamientos o que están
expuestos a distintos factores. Un interesante hallazgo que resultó
de los estudios de población demostró que los cánceres
ocurren con diferente frecuencia en distintos sitios del mundo. Por ejemplo,
el cáncer de estómago es muy frecuente en Japón,
mientras que el cáncer de colon es prominente en los Estados Unidos
y el cáncer de la piel es aún más común en
Australia. ¿Cuál es la razón de estos altos índices
de ciertos cánceres en ciertos países? |
¿Hereditario, comportamiento u otros factores?
El uso del tabaco y el cáncer Entre los diversos factores que pueden
causar el cáncer, el uso extenso de fumar tabaco representa uno
de los más grandes riesgos para la salud pública. El humo
de cigarrillo contiene más de dos docenas de substancias químicas
diferentes capaces de causar el cáncer. El fumar cigarrillos es
la causa principal de desarrollar cáncer de pulmón, e igualmente,
contribuye a muchos otros tipos de cáncer, incluyendo cáncer
de la boca, laringe, esófago, estómago, páncreas,
riñón y vejiga. Datos recientes indican que por lo menos
una de cada tres muertes debidas al cáncer son causadas por fumar
cigarrillos, haciéndolo la causa mayor de muerte por cáncer.
Las otras formas de uso del tabaco también pueden causar cáncer.
Por ejemplo, los puros, las pipas y el masticar tabaco pueden causar cánceres
de la boca. |
La radiación de baja potencia
Algunos átomos emiten radiación, la cual representa energía
que viaja a través del espacio. La exposición prolongada o repetida
a ciertos tipos de radiación puede causar cáncer. Los rayos ultravioleta
del sol pueden causar cáncer más frecuentemente en las personas
que pasan muchas horas bajo el sol intenso. La radiación ultravioleta
de los rayos solares es un tipo de radiación de baja potencia. Los modos
efectivos para protegerse contra la radiación ultravioleta y prevenir
así el cáncer de la piel son evitar la exposición directa
al sol y usar ropa protectora. El usar una crema protectora contra el sol reduce
el riesgo de desarrollar algunas formas del cáncer de la piel.
La radiación de alta potencia
También se han detectado índices incrementados de cáncer
en las personas expuestas a la radiación de alta potencia emitida por
rayos X o por radioisótopos. Debido a que estos dos tipos de radiación
son más fuertes que la radiación ultravioleta, ellos pueden penetrar
a través de la ropa y la piel y dentro del cuerpo. Por lo tanto, la radiación
de alta potencia puede causar cánceres en los tejidos internos del cuerpo,
lo cual ha sido comprobado en varias ocasiones. Algunos ejemplos incluyen el
cáncer causado por la lluvia radioactiva nuclear, el resultado de explosiones
atómicas, y los cánceres causados por la exposición excesiva
a las substancias químicas radioactivas.
El tiempo de demora del cáncer
Las substancias químicas y la radiación que provocan el desarrollo
del cáncer se llaman "carcinógenos". Los carcinógenos
actúan por medio de un proceso multifacético que inicia una serie
de alteraciones genéticas ("mutaciones") y estimula la proliferación
de células. Usualmente un periodo prolongado de tiempo es requerido para
estas fases múltiples. Puede haber una demora de varias décadas
entre la exposición a un carcinógeno y el inicio del cáncer.
Por ejemplo, un grupo de jóvenes expuestos a los carcinógenos
de cigarrillo generalmente no desarrollan el cáncer hasta 20 ó
30 años después. Este periodo entre la exposición y el
inicio de la enfermedad es el tiempo de demora.
Los virus
Además de las substancias químicas y la radiación, unos
cuantos virus también pueden provocar el desarrollo del cáncer.
En general, los virus son agentes pequeños infecciosos que no pueden
reproducirse por sí solos, sino que penetran dentro de las células
vivas y causan que la célula infectada produzca más copias del
virus. Al igual que las células, los virus almacenan sus instrucciones
genéticas en moléculas grandes llamadas ácidos nucleicos.
En el caso de los virus del cáncer, algo de la información genética
viral es transportada en estos ácidos nucleicos e insertada dentro de
los cromosomas de la célula infectada y esto causa que la célula
se convierta en maligna.
Los
ejemplos de los virus del cáncer humano En
realidad, sólo unos cuantos virus que infectan a las células
humanas causan el cáncer humano. Incluidos en esta categoría
están los virus implicados en el cáncer del cuello del útero
(matriz), cáncer de hígado, ciertos linfomas, leucemias
y sarcomas. A veces estos cánceres se transmiten de persona a persona
a través de un virus infectante, aunque tales eventos son responsables
únicamente de una pequeña fracción de los cánceres
humanos. Por ejemplo, el riesgo de desarrollar cáncer del cuello
del útero (matriz) aumenta en las mujeres sexualmente promiscuas
(con múltiples parejas sexuales) y es especialmente alto en las
mujeres que se casan con hombres cuyas previas esposas hayan tenido esta
enfermedad. La transmisión del virus del papiloma humano (VPH)
durante las relaciones sexuales parece estar involucrada. |
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El SIDA y el sarcoma de Kaposi
Las personas que desarrollan el SIDA después de ser infectadas con el
virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) están en alto riesgo de desarrollar
un tipo específico de cáncer llamado sarcoma de Kaposi. El sarcoma
de Kaposi es un tumor maligno de los vasos sanguíneos ubicados en la
piel. Este tipo de cáncer no es causado directamente por el VIH. En su
lugar, el VIH causa una deficiencia inmunológica que hace que estas personas
sean más susceptibles a las infecciones virales. La infección
por un virus llamado HVSK (herpes virus asociado con sarcoma de Kaposi) parece
estimular el desarrollo del sarcoma de Kaposi.
Las bacterias y el cáncer de estómago
Los virus no son los únicos agentes infecciosos que han sido implicados en el cáncer humano. La bacteria H. pylori puede causar úlceras en el estómago y también ha sido relacionada con el desarrollo del cáncer de estómago. Las personas infectadas con H. pylori tienen un riesgo incrementado de desarrollar cáncer de estómago. Unos estudios están en el proceso de definir las interacciones genéticas entre los agentes infecciosos y sus huéspedes que podrán explicar por qué se desarrolla el cáncer.
La herencia y el cáncer
El cáncer no se considera como una enfermedad que se hereda debido a
que la mayoría de los casos de cáncer, quizá el 80 a 90
%, ocurren en personas sin historia familiar de la enfermedad. Sin embargo,
la probabilidad de que una persona desarrolle cáncer puede ser influida
por la herencia de ciertos tipos de alteraciones genéticas. Estas alteraciones
tienden a aumentar la susceptibilidad del individuo para desarrollar cáncer
en el futuro. Por ejemplo, se piensa que aproximadamente un 5 % de los cánceres
de seno se deben a la herencia de forma(s) particular(es) de un "gen de
susceptibilidad al cáncer de seno".
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La herencia puede afectar muchos tipos de cáncer
Las mutaciones heredadas pueden influir en el riesgo de una persona
de desarrollar muchos tipos de cáncer, además del cáncer
de seno. Por ejemplo, se ha descrito que ciertas mutaciones heredadas
específicas aumentan el riesgo de una persona de desarrollar
cáncer de colon, cáncer de riñón, cáncer
óseo, cáncer de la piel y otras formas específicas
de cáncer. Pero se piensa que estas condiciones hereditarias
que aumentan el riesgo de una persona de desarrollar tipos de cáncer
específicos están involucradas en un 10 % ó menos
de todos los casos de cáncer. |
Las pruebas genéticas
Por medio de pruebas de laboratorio se puede determinar si una persona porta
alguna alteración genética capaz de incrementar su riesgo de desarrollar
ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, las mujeres que heredan ciertos
tipos de genes llamados BRCA1 tienen un riesgo elevado de desarrollar cáncer
de seno. Para las mujeres con una historia familiar de cáncer de seno,
el realizarse esta prueba puede aliviar incertidumbres sobre su riesgo en el
futuro. Sin embargo, la información obtenida de las pruebas genéticas
frecuentemente es compleja y difícil de interpretar. La decisión
de someterse a estas pruebas genéticas deberá ser personal, voluntaria
y se debe tomar únicamente en conjunto con la consejería genética
apropiada.
El riesgo de desarrollar cáncer y el envejecimiento
Debido a que el cáncer por lo general requiere un cierto número de mutaciones, la probabilidad de desarrollar cáncer aumenta con el envejecimiento de la persona, debido a que ha estado disponible un tiempo mayor para que las mutaciones se acumulen. Por ejemplo, una persona de 75 años de edad tiene una probabilidad mil veces mayor de desarrollar y morir de cáncer de colon que una persona de 25 años. Debido a que las personas hoy en día viven un tiempo más prolongado que hace 50 ó 100 años, ellas tienen más tiempo de exposición a los factores que pueden iniciar los cambios genéticos y que luego conducen al cáncer.
Los genes y el cáncer
Los cambios en la información genética de la célula son
provocados por las substancias químicas (por ejemplo, las que provienen
del fumar), la radiación, los virus y la herencia; todos ellos contribuyendo
al desarrollo del cáncer. Las substancias químicas y la radiación
actúan dañando los genes, los virus introducen sus propios genes
dentro de las células y la herencia transmite alteraciones en los genes
que hacen que la persona sea más susceptible al cáncer. Los genes
son instrucciones heredadas que forman regiones dentro de las moléculas
de ADN. Cada gen permite que la célula produzca un producto específico-en
la mayoría de los casos, un tipo determinado de proteína. Los
genes se alteran o "mutan" de varias formas como parte del mecanismo
mediante el cual surge el cáncer.
La estructura del ADN
Los genes residen dentro de moléculas grandes de ADN, las cuales
están compuestas por dos cadenas químicas enrolladas alrededor
de sí mismas para formar una "doble hélice". Cada
cadena está formada por millones de bloques químicos de
construcción llamados "bases". El ADN solamente contiene
cuatro bases diferentes (abreviadas A, T, G y C), pero pueden estar arregladas
en cualquier secuencia. El orden secuencial de las bases en cualquier
gen dado determina el mensaje que el gen contiene, de igual manera en
que las letras del alfabeto se pueden combinar de distintas maneras para
formar diferentes palabras y oraciones. |
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La mutación del ADN Los genes pueden mutar (transformarse) de diferentes formas. La forma más sencilla de mutación implica un cambio en una base individual a lo largo de la secuencia de bases ordenada de un gen en particular-muy parecido a un error tipográfico en una palabra que ha sido mal escrita. En otros casos, se pueden agregar o eliminar una o más bases. Algunas veces, grandes segmentos de una molécula de ADN se repiten, se eliminan o se traslocan accidentalmente. |
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Las mutaciones genéticas y el cáncer
Las mutaciones en los genes que controlan la proliferación de células normales pueden conducir al cáncer. Estas mutaciones pueden ser producidas por los carcinógenos dañinos del ADN, como los subproductos derivados del tabaco y la radiación. Sin embargo, algunas mutaciones que causan el cáncer son simplemente errores espontáneos que aparecen en las moléculas normales de ADN cuando las células duplican su ADN antes de que se dividan. Las mutaciones que contribuyen al desarrollo del cáncer afectan a tres clases de genes: oncogenes, genes supresores de tumor y genes de reparación del ADN.
Los oncogenes El primer grupo de genes implicados en el desarrollo del cáncer son los genes dañados, conocidos como "oncogenes". Los oncogenes son los genes cuya PRESENCIA en cierta forma o cuya sobre-actividad, o ambas, puede estimular el desarrollo del cáncer. Cuando aparecen oncogenes en las células normales, éstos pueden causar que las células se conviertan en malignas. Los oncogenes contribuyen al desarrollo del cáncer dando instrucciones a las células para que produzcan proteínas que estimulen la división y el crecimiento excesivo de células. Los protooncogenes y el crecimiento normal de las células Los oncogenes están relacionados con los genes normales llamados protooncogenes. Los protooncogenes son una familia de genes normales que codifican principalmente a las proteínas involucradas en el mecanismo de control del crecimiento normal de las células. El crecimiento y la división celular normalmente son controlados por la proteína llamada factor de crecimiento, la cual se une a receptores en la superficie de la célula. Esta unión activa una serie de enzimas dentro de la célula, las cuales a su vez activan proteínas especiales llamadas factor de transcripción dentro del núcleo celular. Los factores activados de transcripción ponen en marcha a los genes requeridos para el crecimiento y la proliferación celular. Muchos componentes en este mecanismo, por ejemplo, los factores de crecimiento que señalan a las enzimas, los receptores y los factores de transcripción, son codificados por los protooncogenes. Los oncogenes son formas mutantes de los protooncogenes
Los oncogenes resultan de la mutación de protooncogenes. Por ser
formas mutantes de los protooncogenes, los oncogenes se asemejan a los
protooncogenos en el sentido que codifican la producción de proteínas
involucradas en el control de crecimiento. Sin embargo, los oncogenes
codifican versiones alteradas (o cantidades excesivas) de estas proteínas
de control de crecimiento, alterando de esta manera el mecanismo de señalamiento
de crecimiento de las células. Los oncogenes actúan como un acelerador
Al producir versiones o cantidades anormales de proteínas de control
de crecimiento, los oncogenes hacen que el mecanismo de señalamiento
de crecimiento de la célula sea hiperactivo. Para explicar, usemos
una simple metáfora; el mecanismo de control de crecimiento es
como el pedal de gas (acelerador) de un automóvil. Entre más
activo esté el mecanismo, más rápido se dividen y
crecen las células. La presencia de un oncogen es como tener el
acelerador pegado al piso del auto, causando que las células crezcan
y se dividan continuamente. Una célula cancerosa puede contener
uno o más oncogenes, lo cual indica que existen uno o más
componentes anormales en este mecanismo. |
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Los genes supresores de tumor El segundo grupo de genes implicados en el cáncer son los "genes supresores de tumor". Los genes supresores de tumor son genes normales cuya AUSENCIA puede conducir al cáncer. En otras palabras, si una célula pierde un par de genes supresores de tumor o si son inactivados por mutación, su falta de funcionamiento puede causar el cáncer. Los individuos que heredan un alto riesgo de desarrollar cáncer frecuentemente nacen con una copia defectuosa del gen supresor de tumor. Debido a que los genes ocurren naturalmente en pares (uno heredado de cada uno de los padres), un defecto heredado en una copia no causará el cáncer debido a que la otra copia normal aún funciona. Pero si la segunda copia se somete a la mutación, la persona entonces puede desarrollar cáncer porque ya no existe alguna copia del gen que funcione. Los genes supresores de tumor actúan como un pedal de freno Los genes supresores de tumor son una familia de genes normales que ordenan a las células a producir proteínas que restringen el crecimiento y la división de células. Ya que los genes supresores de tumor codifican las proteínas que disminuyen el crecimiento y la división de células, la pérdida de estas proteínas permite que las células crezcan y se dividan de forma incontrolada. Los genes supresores de tumor actúan como los frenos de un automóvil. La pérdida de la función del gen supresor de tumor es como tener frenos que no funcionan, por lo tanto permitiéndole a la célula que se divida y crezca continuamente.
Un gen supresor de tumor en particular codifica la proteína llamada
"p53" la cual puede provocar el suicidio de células (apoptosis).
La proteína p53 actúa como un "freno" que detiene
el crecimiento y la división de las células que han sufrido
daño en su ADN. Si no se puede reparar el daño, la proteína
p53, con el tiempo, iniciará el suicidio celular, previniendo así
el crecimiento descontrolado de las células genéticamente
dañadas. |
Genes de reparación del ADN Los "genes reparadores de ADN" son la tercera clase de genes implicados en el cáncer. Estos genes codifican proteínas cuya función normal es corregir errores que surgen cuando las células duplican su ADN antes de dividirse. Las mutaciones en los genes reparadores de ADN pueden conducir al fracaso en la reparación de ADN, lo cual a su vez permite mutaciones subsecuentes en los genes supresores de tumor y que los protooncogenes se acumulen. Las personas que padecen de una condición llamada xeroderma pigmentoso, tienen un defecto heredado en un gen de reparación de ADN. Como resultado de ello, no pueden reparar efectivamente el daño del ADN que ocurre normalmente cuando las células de la piel se exponen a los rayos del sol. Por eso es que estas personas presentan índices anormalmente altos de cáncer de la piel. Ciertas formas de cáncer de colon heredado también implican defectos en la reparación del ADN.
Comúnmente, el cáncer surge debido a la acumulación
de mutaciones que incluyen a oncogenes, genes supresores de tumor y genes
reparadores de ADN. Por ejemplo, el cáncer de colon puede iniciarse
con un defecto en un gen supresor de tumor que permite la proliferación
celular excesiva. Las células proliferadas tienden a adquirir mutaciones
subsecuentes que incluyen a genes reparadores de ADN, un oncogen y algunos
otros genes supresores de tumor. El daño acumulado produce un tumor
sumamente maligno, metastatizante. En otras palabras, la formación
de una célula cancerosa requiere que se suelten los frenos del
crecimiento celular (genes supresores de tumor) a la misma vez que se
activen los aceleradores para el crecimiento celular (oncogenes). |
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La prevención del cáncer
Debido a que la exposición a carcinógenos (agentes que causan el cáncer) es responsable de activar la mayoría de los cánceres humanos, las personas pueden reducir su riesgo de desarrollar cáncer siguiendo ciertos pasos para evitar dichos agentes. Así pues, el primer paso en la prevención del cáncer es identificar los comportamientos o exposiciones a ciertos tipos de carcinógenos y virus que representan el mayor peligro para desarrollar el cáncer.
Evite el tabaco
El uso de los productos de tabaco ha sido implicado en aproximadamente una de cada tres muertes debidas al cáncer, convirtiéndolo en la mayor causa particular de muertes debidas al cáncer. El fumar cigarrillos es responsable de casi todos los casos del cáncer del pulmón y también ha sido implicado en el cáncer de la boca, la laringe, el esófago, el estómago, el páncreas, el riñón y la vejiga. El humo de las pipas, los puros y el tabaco para mascar también son muy peligrosos. Por lo tanto, el evitar el tabaco es la decisión personal más efectiva en el estilo de vida que cualquier persona puede tomar para intentar prevenir el cáncer.
Protéjase contra los rayos del sol
El cáncer de la piel causado por la exposición a los rayos del sol es el tipo de cáncer humano más frecuentemente observado. Quizá porque el cáncer de la piel frecuentemente es fácil de curar, el peligro representado por los rayos del sol no se toma muy en serio. Por lo tanto es importante saber que una de las formas más serias de cáncer de la piel, llamada melanoma, también está relacionada con la exposición al sol. Los melanomas son tumores potencialmente letales. Se puede reducir significantemente el riesgo de desarrollar melanomas y otras formas de cáncer de la piel evitando la exposición excesiva al sol y usando ropa que proteja su piel contra la radiación ultravioleta. Si es que no puede evitar la exposición al sol, use cremas que contengan un bloqueador solar para protegerse contra algunos tipos de cáncer de la piel.
El consumo limitado de alcohol y tabaco
Existe un vínculo entre el consumo excesivo de alcohol y el riesgo incrementado de desarrollar varios tipos de cáncer, especialmente los cánceres de la boca, la garganta y el esófago. La combinación del alcohol y el tabaco parece ser especialmente peligrosa. Por ejemplo, en las personas que fuman o beben en exceso, el riesgo de desarrollar cáncer del esófago es aproximadamente 6 veces mayor que el de las personas que no fuman/que no beben. Pero en las personas que beben y fuman, el riesgo de desarrollar cáncer es más de 40 veces mayor que en las personas que no fuman/no beben. Evidentemente la combinación del alcohol y el tabaco representa un riesgo mayor de lo que se pudiera esperar al sumar los efectos de estos dos.
La dieta: limite las grasas y calorías
Los estudios indican que las diferencias en la dieta también pueden representar un factor importante en la determinación del riesgo de desarrollar cáncer. Pero a diferencia de los riesgos ya identificados como el tabaco, los rayos solares y el alcohol, ha sido difícil comprobar la identidad exacta de los componentes dietarios que influyen en el riesgo de desarrollar cáncer. El limitar el consumo de grasas y la ingestión de calorías parece ser una estrategia posible para disminuir el riesgo de desarrollar algunos cánceres, por eso las personas que consumen grandes cantidades de carnes (las cuales son altas en grasa) y grandes cantidades de calorías exhiben un riesgo incrementado de desarrollar cáncer, especialmente el cáncer de colon.
La dieta: consuma frutas y verduras
A diferencia de los factores como la grasa y las calorías, las cuales parecen aumentar el riesgo de desarrollar cáncer, otros componentes de la dieta pueden reducir dicho riesgo. La evidencia más considerable se ha obtenido de las frutas y verduras, cuyo consumo está sumamente correlacionado con una reducción en el riesgo de desarrollar cáncer. Aunque todavía no se han identificado en estos alimentos los componentes químicos responsables de estos efectos protectores, muchos grupos involucrados en la prevención del cáncer recomiendan comer por lo menos cinco porciones de frutas y verduras al día.
Evite los virus relacionados con el cáncer
Se pueden tomar medidas preventivas para evitar la exposición al limitado número de virus implicados en los cánceres humanos. En Estados Unidos, el virus más común causante de cáncer es el virus del papiloma humano (VPH). Este virus está involucrado en la transmisión del cáncer del cuello del útero. Debido a que este virus es transmitido sexualmente, es posible combatir su diseminación utilizando los mismos métodos para las "relaciones sexuales seguras" que se recomiendan para prevenir la diseminación del VIH-por ejemplo, limitando la exposición a parejas sexuales múltiples.
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Evite los carcinógenos en el trabajo y en casa Se deben realizar estudios en busca de posibles carcinógenos que se puedan encontrar en los sitios de trabajo y en las casas debido a que son los lugares en donde las personas pasan mucho tiempo. Se han identificado algunos carcinógenos en los sitios de trabajo, donde con frecuencia personas que han trabajado juntas han desarrollado un mismo tipo de cáncer porque han estado expuestas a los mismos carcinógenos. Por ejemplo, se ha encontrado que los índices de cáncer son 10 veces más altos que lo normal en los trabajadores de la construcción que laboran con asbestos. Un riesgo potencial en el hogar es el radón, un gas radioactivo que se puede filtrar dentro de las casas por las formaciones de roca subterráneas que se encuentran en ciertas áreas del país (Estados Unidos). Están disponibles equipos sencillos para realizar la prueba de radón.
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La contaminación industrial
El hecho de que muchas sustancias químicas en el ambiente pueden causar cáncer ha creado la idea de que la contaminación industrial es una causa frecuente de cáncer. Sin embargo, a través del medio siglo pasado, la frecuencia de la mayoría de los cánceres humanos (ajustado para la edad) ha permanecido relativamente constante a pesar de la creciente contaminación industrial. Por lo tanto, a pesar de que existe evidencia de que las substancias químicas industriales pueden causar cáncer en las personas que trabajan con ellas o en aquéllas que viven cerca de estas substancias, la contaminación industrial no parece ser una causa principal en la mayoría de los cánceres en la población en general.
¿Existe una "epidemia" de cáncer?
Un concepto erróneo surge de las historias que aparecen en los noticieros informando que estamos pasando por una "epidemia" de cáncer. Es verdad que hoy la probabilidad de que una persona desarrolle cáncer en su vida es casi dos veces más alta que hace medio siglo, lo cual significa que los médicos están viendo más casos de cáncer que en el pasado. Sin embargo, este incremento en mayor parte se debe a que las personas están viviendo más tiempo y efectivamente el cáncer es más prevalente en las personas con mayor edad.
Los índices de cáncer están
disminuyendo
Después de haber sido corregido para la edad promedio incrementada de
la población, los índices de cáncer en los Estados Unidos
en realidad se han mantenido estables o han tenido un leve descenso en los últimos
años. El incremento en los índices en años pasados fue
debido a fumar cigarrillos, una causa de cáncer bien establecida y evitable.