Artritis Reumatoide


La artritis reumatoide, una enfermedad crónica autoinmunológica, es la forma de artritis más devastadora y afecta aproximadamente a 2.100.000 de personas. Esta enfermedad crónica se caracteriza por dolor y rigidez de las articulaciones en ambos lados del cuerpo, que pueden agrandarse y deformarse. La artritis reumatoide afecta más a las mujeres que a los hombres (el 75 por ciento de las personas que tienen artritis reumatoide son mujeres). La enfermedad ocurre con mayor frecuencia entre las edades de 20 y 45 años. Los enfermos de artritis reumatoide suelen sufrir además de osteoporosis, una disminución progresiva de la densidad ósea.

Artritis reumatoide juvenil (su sigla en inglés es JRA)- eses una forma de artritis que se presenta en los niños de hasta 16 años y que produce inflamación y rigidez de las articulaciones durante más de seis semanas. A diferencia de la artritis reumatoide de los adultos, que es crónica y dura toda la vida, los niños suelen superar la artritis reumatoide juvenil. Sin embargo, la enfermedad puede afectar al desarrollo de los huesos en los niños en edad de crecimiento.

Causa
No se conoce la causa precisa de la artritis reumatoide. La artritis reumatoide es un trastorno autoinmunológico, es decir, que el sistema inmunológico del cuerpo ataca a sus propias células y tejidos sanos. La respuesta del cuerpo provoca la inflamación en y alrededor de las articulaciones, lo que puede llevar entonces a la destrucción del sistema esquelético. La artritis reumatoide también puede tener efectos devastadores en otros órganos, como el corazón y los pulmones. Los investigadores creen que determinados factores, incluyendo la herencia, pueden contribuir al inicio de la enfermedad.

Síntomas
Las articulaciones que con mayor frecuencia resultan afectadas por la artritis reumatoide son las de las manos, las muñecas, los pies, los tobillos, las rodillas, los hombros y los codos. La enfermedad generalmente causa inflamación simétrica en el cuerpo, es decir, que las dos articulaciones a ambos lados del cuerpo resultan afectadas. Los síntomas de la artritis reumatoide pueden empezar de forma repentina o gradual. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la artritis reumatoide. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:

Se puede confirmar el diagnóstico de artritis reumatoide cuando una persona presenta cuatro o más de los siguientes síntomas:

Los síntomas de la artritis reumatoide pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos, incluyendo la fiebre reumática aguda, la enfermedad de Lyme, la artritis psoriásica, la artritis gonocócica y la espondilitis anquilosante. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la artritis reumatoide?

El diagnóstico de la artritis reumatoide puede resultar difícil en las primeras etapas de la enfermedad porque los síntomas pueden ser muy leves y no se detectan alteraciones en los rayos X ni en los exámenes de sangre. Además del examen y la historia médica completa, los procedimientos para diagnosticar la artritis reumatoide pueden incluir los siguientes:

Tratamiento
El tratamiento específico de la artritis reumatoide será determinado por su médico basándose en lo siguiente:

Cuanto antes se determine el diagnóstico y se inicie el tratamiento, mayor será el daño y el deterioro de las articulaciones que se podrá evitar. El tratamiento puede variar entre terapias sencillas como dieta y reposo, y terapias más agresivas que incluyen medicamentos. El tratamiento puede incluir lo siguiente:

  • Reposo regular de las articulaciones afectadas.
  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno.
  • Medicamentos que modifican la enfermedad, como los de acción lenta, para retardar la deformación de los huesos.
  • Corticoesteroides para reducir la inflamación.
  • Medicamentos inmunosupresores, como por ejemplo el metotrexato, para eliminar la inflamación.
  • Ejercicios para que las articulaciones mantengan la máxima flexibilidad posible.
  • Fisioterapia para evitar que las articulaciones se queden "fijas" (se vuelvan inmóviles).
  • Aplicación de calor o frío en las articulaciones.
  • Cirugía para reparar, sustituir o fusionar una articulación afectada.
  • Aparatos especiales que proporcionen apoyo a la articulación afectada.