El A,B,C del Stress

I. Que es el stress

Una definición. El stress es la consecuencia de la adaptación de nuestro cuerpo y nuestra mente a los cambios.

O expresado en términos algo más científicos: el stress es la reacción fisiológica, psicológica y de comportamiento de un individuo que se esfuerza para amoldarse a las presiones tanto internas coma externas y para adaptarse a las mismas.

El cambio no es nada nuevo. Solo es nueva la velocidad sin precedentes de los cambios. La técnica, la ciencia, la medicina, el mundo laboral y las normas sociales experimentan cambios permanentes. Se requiere una dosis hasta ahora desconocida de adaptación.

El stress es tan antiguo como la historia de la humanidad. El stress no es un fenómeno nuevo, ni se limita al mundo occidental. Donde quiera que el hombre actúa activamente sobre otras personas y sobre su media, se genera una cierta medida de stress. Nuestros antepasados reaccionaban de inmediato ante un hecho que amenazaba su vida.Para sobrevivir ante el peligro, el hombre de las cavernas debía va sea luchar o huir.

El sistema nervioso vegetativo posibilita una disposición inmediata a la acción física. Vierte la hormona causante del stress en las vías de circulación de la sangre. La frecuencia cardiaca y la presión arterial aumentan; ello va unido a una respiración acelerada, una elevada tensión muscular y una rápida alimentación de energía. Una vez desaparecido el peligro, el hombre de las cavernas volvía a la calma. Desde el punto de vista físico, existen pocas diferencias entre el hombre de las cavernas de entonces y nosotros. Sin embargo, en la actualidad nos vemos expuestos con mayor frecuencia a amenazas y presiones psíquicas, tales coma las discusiones con el superior, las dificultades del transito, las colas, las cuentas pendientes, etc.

II. El proceso del stress

El proceso del stress comprende el cuerpo y la mente. Las informaciones provenientes del exterior se procesan básicamente par dos vías:

A través del conocimiento. La señal de alarma se percibe y se evalúa, decidiéndose si es necesaria y provechosa o innecesaria y perjudicial.

Inconscientemente a través del sistema nervioso vegetativo. Los reflejos físicos y emocionales preparan el cuerpo para una acción eventualmente necesaria.

El stress es personal. El modo en que percibimos un hecho depende de nuestra imagen de nosotros mismos, de la fuerza de nuestro yo, y de nuestra escala de valores. Dos personas pueden percibir una misma situación en forma totalmente distinta.

En diferentes momentos percibimos los mismos hechos en forma distinta. Reaccionamos en forma diferente según nuestro estado de ánimo.

Mientras que para un individuo la luz raja constituye una señal útil para el ordenamiento del tránsito, otro lo interpreta como un factor de perturbación.

Realidad e imaginación. El hombre posee la capacidad de recordar el pasado o imaginar el futuro.

Una visión angustiada del futuro provoca reacciones de stress. El fenómeno inverso es la capacidad de imaginación positiva. Este fenómeno provoca una sensación de bienestar que libera nuevas energías internas.

El círculo vicioso. Bajo los efectos del stress, nuestro cuerpo se desequilibra porque diversas funciones se aceleran inútilmente. Ello provoca una mayor demanda de vitaminas y minerales, la que debe cubrirse. De lo contrario, se genera una carencia que en un principio se caracteriza par nerviosismo, irritabilidad, cansancio, falta de concentración y mal humor depresivo. Estos síntomas actúan luego, a su vez, como factores de stress e intensifican el stress ya existente, generándose un círculo vicioso.

III. la curva de stress

Una cierta medida de stress es indispensable para nuestra salud y nuestra capacidad productiva. También los acontecimientos felices, coma el matrimonio o un premia en la lotería provocan stress. El aburrimiento y una escasa estimulación coma con secuencia de insuficiente stress pueden ser perjudiciales para nuestra capacidad productiva.

La medida óptima de stress es el stress máximo capaz de provocar aún un mejoramiento de la salud y el rendimiento. Esta es la rase positiva del stress (Eustress).

Si el stress sigue aumentando, la salud y el rendimiento vuelven a empeorar. Esto equivale a la rase negativa del stress (Distress). Cada ser humano tiene un umbral de stress diferente. La curva de stress varía de un individuo a otro. Pero en todos se alcanza un punto en el cual el stress ya no actúa en forma positiva, con un efecto estimulante, sino perjudicial para la salud y el rendimiento.

Stress positivo y negativo.

Las características de la fase positiva son:

. Vitalidad.
. Capacidad de entusiasmarse.
. Optimismo.
. Resistencia a las enfermedades.
. Resistencia física.
. Vivacidad.
. Relaciones personales óptimas.

En la fase negativa del stress somos propensos a:

. Cansancio.
. Irritabilidad.
. Falta de concentración.
. Depresiones.
. Pesimismo.
. Susceptibilidad a las enfermedades.
. Baja productividad y poca creatividad.

IV. Fuentes de stress

Existen muchas causas de stress:

Cambios. Una cierta dosis de cambio es deseable y necesaria. Apenas esta dosis supera nuestra capacidad de adaptación, nos encontramos en la fase negativa del stress, es decir que ya no se encuentra asegurado nuestro equilibrio mental y físico.

Sobrecarga. La falta de tiempo, el exceso de responsabilidad, la carencia de apoyo y las expectativas exageradas contribuyen a crear este cuadro de excesiva exigencia.

Alimentación incorrecta. En caso de stress deberíamos preocuparnos particularmente por una alimentación suficiente y equilibrada. Sin embargo, la experiencia demuestra que la presión del tiempo, la falta de interés para hacer las compras y cocinar, provocan justamente lo contrario. De este modo se genera una carencia de determinadas vitaminas y minerales, comienza a actuar el círculo vicioso y el stress se acrecienta. No solo es importante qué y cuando comemos, sino también cómo comemos.

Fumar. La nicotina estimula la liberación de hormonas que provocan reacciones de stress.

Ruido. El ruido provoca irritación y debilita la capacidad de concentración. Los efectos pueden ser de tiro mental o físico. Ambos pueden provocar reacciones de stress.

Escasa autoestima. Las personas con escasa autoestima y poca seguridad en si mismas son mas propensas al stress que las que tienen una imagen positiva y confianza en sí mismas.

Miedo. El miedo no es solo un síntoma o un signo, si no también una causa de mayor stress. Las personas que reaccionan con gran susceptibilidad al stress provocado par el miedo, tienden a preocuparse innecesariamente, a evocar constantemente vivencias desagradables del pasado, a sustentar un concepto pesimista de la vida o a estar permanentemente a la espera de catástrofes.

Falta de posibilidad de influir. Una fuente de stress que no debe subestimarse es la perdida real o imaginaria de la posibilidad de influir. Particularmente las personas con escasas posibilidades de influencia y facultades de decisión suelen sentirse impotentes.

Transito vial. Las congestiones de transito, las señales luminosas, el ruido y la contaminación del aire pueden poner en marcha una reacción de stress. Quienes viajan a menudo, experimentan el transito vial coma una fuente diaria permanente de stress.

Perturbaciones del ritmo natural. Las perturbaciones del ritmo natural provocan irritabilidad, trastornos digestivos, dolores de cabeza y un ritmo alterado de sueño.

Progreso. Debido al progreso técnico se ha producido un aumento de la carga de trabajo, un incremento de la presión de los plazos, mientras se elevan constantemente las exigencias. Los contactos humanos se empobrecen y disminuye la comunicación. Los empleados de oficina en puestos de trabajo con computadoras presentan con mayor frecuencia trastornos provocados para el stress.

V. Síntomas de stress

La reacción ante un exceso de stress abarca el cerebra y la totalidad de las funciones del cuerpo.

Insomnio. Uno de los primeros síntomas de stress son los trastornos del sueño. El sueño tiene gran importancia para la resistencia al stress, porque muchos efectos negativos del stress se amortiguan con el sueño. El sueño es la principal fuente de recuperación emocional y física.
Cansancio físico y mental. El stress es una fuerza motivadora positiva que incita a un rendimiento optima. Con una buena dosis de stress somas productivos, creativos, capaces de comunicarnos y sanos.

Más allá de este nivel, comienza la fase negativa del stress, cuyas consecuencias son ineficiencia, baja productividad así como malas relaciones personales. Todos estos factores provocan cansancio mental.

El cansancio físico y mental tiene un efecto sinérgico y genera más stress.

Abuso del alcohol y del tabaco. El motivo par el cual mucha gente recurre al alcohol es su incapacidad de acabar con el stress. Buscan aliviar con el alcohol su agotamiento, sus miedos y la presión a la cual se encuentran sometidos. El alcohol puede levantar el ánimo durante un breve lapso y de este modo, favorecer aparentemente la distensión. Pero el consumo permanente de alcohol y sobre todo el abuso del alcohol, pueden provocar; acostumbramiento y múltiples problemas de salud. El fumar es también una reacción al stress igualmente difundida y perjudicial. Los efectos del consumo de tabaco, alcohol y café se potencian mutuamente.

Abuso de medicamentos. Es cada vez mayor el numero de personas que ante estados de salud provocados por el stress, recurre a 105 medicamentos. Estos alivian 105 síntomas pero no combaten las causas. Por ello es importante que la ingestión de medicamentos tales como los tranquilizantes, sea solo limitada en el tiempo y se produzca en base a prescripciones.

El sistema inmunológico. Inicialmente, cuando aparece el stress, se estimula el sistema inmunológico. Recién después de un stress prolongado, se presenta un debilitamiento de las defensas inmunológicas.

Enfermedades cardiovasculares. Los estudios demuestran que existe una estrecha relación entre los factores de stress y las enfermedades cardiovasculares. A ella cabe agregar también la hipertensión, la arteriosclerosis y el infarto de miocardio.

Otros síntomas posibles. Perdida de apetito, trastornos digestivos, ulceras gástricas, obesidad, afecciones cutáneas, contracturas musculares, dolores de cabeza y espalda, falta de concentración, pérdida de la memoria, aumento de la agresividad, pesadillas, trastornos psíquicos, problemas sexuales.

VI. Cómo dominar el stress

El modo más efectivo de dominar el stress es el cambio de forma de vida. Una actividad física suficiente, una alimentación sana y la relajación contribuyen a ello.

Alimentación sana. Una alimentación de alta calidad y una relación equilibrada entre el consumo de calorías y de energía tiene enorme importancia. Una alimentación equilibrada se compone de 20 a 35%, de grasa, 15 a 20% de proteína y 50% de hidratos de carbono.

También contribuyen a dicho equilibrio los alimentos naturales y una cantidad suficiente de fibras alimenticias. Además debería consumirse por lo menos 1 litro de agua por día. También es importante tomar vitaminas y sustancias minerales. Es aconsejable comer lentamente y con regularidad.

Actividad física. Deberían practicarse paso a paso y progresivamente nuevos tipos de deportes y movimientos. Los deportes decididamente competitivos provocan stress adicional. El deporte tiene una gran importancia para el dominio y la prevención del stress, así como para el incremento del bienestar.

Métodos de relajación. La correlación entre el cuerpo y la mente es de importancia capital para la relajación. Muchos de los métodos de relajación ofrecidos se basan en una relajación muscular voluntaria. De este modo se despierta primeramente la percepción del estado físico, que es necesaria para el éxito del método. Los ejercicios en si mismos, también contribuyen a que el estresado se ocupe plenamente de sí mismo.

Diversos métodos, tales como el entretenimiento autógeno, la sofrología y la meditación logran una distensión más profunda que comprende elementos psíquicos. Con algo de práctica, los métodos de relajación bien aplicados pueden lograr en poco tiempo un equilibrio entre la mente y el cuerpo.

La clave. El primer paso para un dominio exitoso del stress es la comprensión de sus causas. La clave es la adopción de una actitud positiva y dinámica frente a la vida. Las personas con esta actitud frente a la vida pueden vivir y desarrollar su actividad con un alto nivel de energía. Una actitud de este tipo constituye el sustrato para una imagen positiva de si mismo, la protección más efectiva contra las influencias destructivas del stress.

Filosofía. El dominio del stress es una filosofía de vida. El sentido común y la propia experiencia de vida contribuyen a dominar el stress: aprender a distinguir entre los acontecimientos y las situaciones sobre los que podemos y queremos influir y aquellos que se encuentran fuera de nuestro ámbito de influencia.

Tolerancia, flexibilidad y capacidad de adaptación. Aceptar los cambios, reconocer que existen diversos caminos que conducen a la meta. Pensar sin anteojeras y una mayor franqueza son condiciones indispensables para subsistir en nuestro mundo.

Planificación del tiempo. Una división eficiente del tiempo es un elemento orientador esencial para dominar el stress. Al planificar el curso del día es esencial establecer prioridades. Es importante estimar el tiempo requerido por diversas tareas. Para no sobre cargarse, es necesario aprender a decir que no. ¡Determinadas tareas pueden delegarse! Pero al planificar el tiempo no debemos olvidarnos de nosotros mismos. Reserve también un determinado tiempo para sí mismo.

Manejo del miedo. El miedo se origina siempre en pensamientos desagradables que provocan sensaciones de angustia. El miedo puede reducirse, quebrando y deteniendo la cadena de pensamientos que conduce a los estados de angustia. Ello puede lograrse reemplazando estos pensamientos desagradables por imágenes más tranquilizadoras y distensionantes. Practique el arte de vivir en el presente.

Entusiasmo y humor. Una pizca diaria de entusiasmo, humor y risa contribuyen en gran medida a dominar el stress. Una sana dosis de humar no sólo es divertida. Mejora también las relaciones entre las personas y puede calmar el stress. El humor refleja la capacidad de relativizar las cosas y verlas desde una perspectiva correcta.

Esperamos que esta lectura le haya resultado relajante e informativa.